Cayetana Fitz-James Stuart, fallecida hoy a los 88 años, era en vida la aristócrata con más títulos del mundo. Y entre su linaje „cinco veces duquesa, dieciocho veces marquesa, veinte condesa, vizcondesa, condesa-duquesa y condestablesa, además de catorce veces Grande de España„ destacaba uno desconocido para el público y que la vinculaba con la C. Valenciana. Cayetana era duquesa de Llíria y Jérica. Y no fue su única conexión con la Comunitat Valenciana. En 1964 ostentó el cargo de fallera mayor de la Plaza del Mercado.

De la batalla de Almansa a la Casa de Alba

¿Y cómo se convirtió Cayetana Fitz-James en duquesa de Llíria? La historia se remonta centenares de años atrás. Llíria era una villa real, con un gobierno propio que se reunía en el palacio renacentista llamado la Casa de la Vila. Pero, tras la batalla de Almansa, Felipe V pagó «sus servicios» al duque de Berwick con el nuevo ducado de Llíria y de Jérica. Era septiembre de 1707 y el pueblo edetano vivió aquello como una degradación, según relata el historiador Francesc Rozalén en el monografico 300 anys del ducat de Llíria publicado en 2007 por el ayuntamiento. Este duque estranjero era Jamez Fitz-James Stuart, hijo bastardo del destronado rey Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia. Cuando llegó a Llíria en 1708, decidió alojarse en Ca la Vila. De ahí que popularmente se haya conocido el edificio como Palau dels Ducs d´Alba e incluso se creyese erróneamente que era patrimonio de esta Casa. No porque no lo intentaran, sino porque el pueblo y las autoridades locales no lo consintieron, destaca Rozalén. El segundo duque intentó sustituir el escudo de la villa por el suyo, sin éxito. También amagaron con construir una capilla anexa a la iglesia para enterrar allí a todos los duques de Alba. No lo lograron, pero bajo la iglesia valenciana reposa el primer duque de Llíria y Berwick y otros sucesores suyos.

Es el tercer duque de Llíria y de Berwick el que emparenta con los Alba al casarse con la hija de los duques. El matrimonio se instala en la Casa de la Vila de Llíria entre 1751 y 1753. Y ocurre que la duquesa, que estaba desesperada por no quedar encinta, engendra y da a luz a su primogénito y único hijo en la localidad valenciana. En agradecimiento a tan buen recuerdo, el duque bautiza Palacio de Liria el que se hace construir en Madrid, hoy sede de la Funcación Casa de Alba. Tuvo que pasar más tiempo, hasta 1802, hasta que los ducados de Alba y Llíria se fundieran. La duquesa Cayetana pintada por Goya muere sin descendencia y sus títulos los hereda su sobrino, el séptimo duque de Berwikc y Llíria. Hoy (abolidos los señoríos por las Cortes de Cádiz) el ducado de Llíria es tan sólo un título honorífico.

Fallera mayor y alcaldesa en 1964

Pese a las tensas relaciones de Llíria con los antepasados de Cayetana, el municipio de Camp de Túria la nombró alcaldesa honorífica en 1964.

Precisamente en eses 1964, la duquesa de Alba fue la fallera mayor de la Falla Plaza del Mercado de Valencia, una de las comisiones más importantes de la época, ganadora de numerosos premios. En este sentido, la comisión valenciana ha mostrado este jueves sus condolencias ante el fallecimiento de Cayetana.

El pasodoble de Altea

El cantautor alteano Vicente Tarancón compuso, con letra y música, el pasodoble titulado No sé vivir sin España dedicado a la duquesa de Alba con motivo de su enlace. El autor, compañado por la pianista cubana Esperanza Verdecia, acudió a cantarlo en la ceremonia del 5 de octubre de 2011 celebrado en el Palacio de Dueñas de Sevilla y entregarle a la partitura original a la propia Cayetana.