«Puedo decir que fue el amor de mi vida», afirmó la mexicana Patricia Motesdeoca, madre de la supuesta hija de José María Ruiz-Mateos, ayer en el programa Espejo Público de Antena 3. Pero no es la única. La valenciana Marta González fue asistente del empresario y delegada de Nueva Rumasa en Valencia y presentó una denuncia contra su exjefe que se sobreseyó. Pero, egún su versión, también fue algo más para el patriarca: su amante. En el portal vanitatis, Marta hablaba ayer de una larga relación sentimental de más de quince años.

Hace tres años, cuando se quedó en la calle y sin derecho a paro porque no estaba de alta en la SS, denunció públicamente las supuestas malas prácticas del grupo, para el que captó a un centenar de inversores que pusieron 12 millones de euros en pagarés. Aunque responsabilizó de todo ello a los hijos del empresario.