Alberto Ferruz no ha sido el único distinguido por la Academia de Gastronomía valenciana. Junto a él, la entidad distinguió a Casto Copete con el premio a la Trayectoria tras 37 años trabajando en el mundo de la hostelería, 21 de ellos en el grupo Nou Manolín (Alicante), donde trabaja como maitre «con calidez y naturalidad» y «la profesionalidad que le confiere su extensa experiencia reforzada por los numerosos cursos de especialización», explican desde la academia.

Mientras, el premio al Proyecto lo ha logrado la bodega Celler del Roure (Moixent) «por haber trabajado para que esta empresa familiar consiga poner sus caldos en las manos de los mejores summeliers de España y que sus etiquetas sean identificadas como el mejor de los vinos. Pero lo ha logrado, sobre todo, por el maravilloso proyecto de recuperación de la elaboración de vinos como sus antepasados, recuperando métodos de elaboración, como el de las tinajas de barro enterradas y que permanecían ´dormidas´ desde hace más de 300 años en sus bodegas y que hoy ya han puesto 20 en funcionamiento para hacer vino como se hacía desde el siglo IV antes de Cristo hasta los años 30 del siglo pasado», concluyen desde la academia.