Un piso de lujo en el edificio Politaria de Valencia, frente al Palau de les Arts, ha sido durante más de un año el refugio de uno de los asesinos más buscados por Interpol: el serbio que presuntamente ordenó asesinar, el 12 de marzo de 2003, al entonces primer ministro de su país Zoran Djidjic, azote del dictador Slobodan Milosevic y de las sangrientas mafias que formaron los excombatientes de la guerra de los Balcanes al término del conflicto. El ahora detenido, Luka Bojovic, de 39 años y nacido en Belgrado, fue detenido el jueves por la tarde, junto con su lugarteniente y ejecutor material de Djidjic, Vladimir Milisavljevic, y uno de los sicarios del clan mafioso Zemun que lideraba el primero, Sinisa Petric, cuando comían en la Taberna de la Paz, en pleno centro de Valencia.

La operación policial del jueves en Valencia es la culminación a una compleja investigación que comenzó hace veinte meses, cuando llegó a oídos de agentes del grupo de Atracos de la Unidad central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) que Bojovic, considerado un sanguinario delincuente dedicado no sólo al sicariato, sino también a atracos a joyerías, tráfico de drogas y prostitución, podía esconderse en Alicante o en Las Palmas de Gran Canaria.

Los investigadores, que han contado con el apoyo de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) y la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificación (Ucrif) de Las Palmas, así como con la Udyco de Alicante y del grupo de Atracos de la UDEV de Valencia, centraron el círculo familiar de Bojovic en La Cala de Finestrat y en Benidorm. Allí situaron a su mujer, a sus hijos, a los hermanos e incluso a su madre, pero no detectaron ningún contacto con él.

Un tipo escurridizo

Sin embargo, la paciencia de los policías acabó por llevarles hasta otro premio gordo: Vladimir Milisavljevic, lugarteniente de Luka y uno de los presuntos ejecutores del exprimer ministro serbio, quien fue abatido por francotiradores.

Milisavljevic, alias El Tonto, fue descubierto en su madriguera de Las Palmas, desde donde realizaba viajes a menudo, muchos de ellos a Valencia. Finalmente, tras una laboriosa investigación, los agentes, supervisados por el juez de Instrucción Central número 4, Fernando Andreu, fijaron para ayer, día 9 de febrero, la detención.

Siguieron con distintos medios al sospechoso en cuanto salió de Las Palmas hacia Valencia, vía Madrid. Una vez en el cap y casal, constataron que se reunía con su jefe Luka, con un sicario del clan mafioso, residente en Valencia, y con una cuarta persona en un restaurante sito en el número 3 de la calle del Marqués de Dos Aguas. Cuando estaban ya en la sobremesa, sobre las cinco y media, un nutrido grupo de agentes de paisano entró, los rodeó a toda velocidad y los detuvo, pero no sin esfuerzo, ya que trataron de resistirse e incluso de empuñar las armas que llevaban, para sorpresa de los empleados, que los conocían «como clientes habituales» que eran desde hacía más de un año.

Tras pasar la noche en el calabozo y negarse a declarar, la policía registró ayer, durante cinco horas, el piso donde vivía alquilado Bojovic, en la novena planta del número 3 de la calle Nino Bravo. Allí, en presencia de su abogado, Raúl Zaragozá, y del secretario judicial, los agentes encontraron, guardados en cajas de cartón y bolsas, más de medio millón de euros en efectivo y todo un arsenal: siete pistolas de distintos calibres, dos subfusiles y una escopeta, además de abundantísima munición, incluida cartuchería de guerra.

Cuando salió esposado del edificio, el presunto criminal serbio, acusado de más de 20 asesinatos en Holanda, su país y España, mantuvo una actitud soberbia y provocadora, lanzando miradas amenazantes alternadas con besos a los periodistas, cámaras y redactores gráficos que le esperaban ante el edificio.

A continuación, la policía y la comisión judicial se trasladó a otro piso de la calle San Vicente, cerca del barrio de La Torre, donde registró el domicilio del sicario, Baku, aunque en esa casa apenas se encontraron objetos incriminatorios.

Los arrestados serán trasladados hoy mismo a la Audiencia Nacional, para que comparezcan ante el juez Andreu en cumplimiento de la petición de extradición de Serbio, por el asesinato del ex primer ministro, y por Holanda, cuyas autoridades los buscaban por varios asesinatos y por blanqueo de capitales. Además, Luka está siendo investigado por España, Suiza, Rumanía, Holanda y EE UU por narcotráfico y atracos violentos. Serbia agradeció ayer públicamente a España la captura de la sanguinaria banda.