La Audiencia de Valencia ha impuesto 30 años de cárcel a Mamouni B. por violar y matar a una mujer de 55 años en Pedralba, según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso Levante-EMV. El asesino cometió el crimen el 23 de mayo de 2009, aunque fue detenido en enero de 2011. La víctima agonizó durante horas después de que el acusado le fracturara todas las costillas. El procesado juró "por Alá" que no mató a la mujer -María del Carmen Ortiz-, pero la Guardia Civil halló su semen y una huella de su mano en la escena del crimen.

El condenado, según recoge el apartado de hechos probados de la sentencia, se introdujo en la madrugada del 22 al 23 de mayo en el domicilio de Pedralba de María del Carmen Ortiz. Mamouni B. entró en el dormitorio de la víctima y forcejeó con ella para violarla. El imputado violó y golpeó "brutalmente" a la mujer con "puñetazos, patadas y rodillazos por todo el cuerpo". La víctima cayó "exhausta al suelo" y el procesado huyó de la vivienda.

María del Carmen Quiles falleció horas después "sola, sin poder moverse y tras una agonía lenta" como consecuencia de la rotura de las costillas. El cuerpo fue hallado un día después.

La defensa incidió en que el condenado no fue el autor de los hechos. Sin embargo, el fallo destaca que "las pruebas periciales sitúan al acusado de forma incontestable en la vivienda y lo señalan como autor de los delitos de agresión sexual y asesinato". El informe de la sección de genética del Instituto de Medicina Legal certificó que el semen hallado en el lugar del crimen pertenecía a Mamouni B. Además, un técnico del laboratorio de criminalística de la Guardia Civil en Madrid explicó por videoconferencia que hay tres millones de posibilidades de que la huella dactilar que apareció en el lugar del crimen pertenezca al condenado.

La sentencia subraya la "valentía con la que María del Carmen intentó defenderse del brutal ataque físico y sexual que padeció pues se resistió de su agresor de forma contundente golpeándolo y arañándolo". El fallo lamenta que el condenado se ensañó de tal manera que la víctima tenía rotas "todas y cada una de las costillas". Los magistrados insisten en que "los golpes fueron propinados con brutalidad y saña", lo que provocó que la mujer perdiera la vida "de forma lenta y con mucho dolor".

La Audiencia tiene claro que el acusado actuó con una "maldad brutal" y que la repetición de golpes era innecesaria objetivamente para lograr la agresión sexual y la muerte de la mujer.

Mamouni, que está en prisión preventiva desde que fue arrestado por la violación de Murcia, deberá indemnizar a los familiares de María del Carmen Ortiz con 120.000 euros. El procesado, de origen magrebí, estuvo en Pedralba en el momento del crimen porque era temporero.