Cuatro años de prisión. Ese es el módico precio que tendrá que cumplir el hombre que arrolló y mató con su motocicleta a un guardia civil de Tráfico en un control de velocidad en el peaje de Silla en junio de 2011. Así lo ha acordado el Juzgado de Lo Penal número 15 de Valencia, con sede en Alzira, después de que el acusado reconociera los hechos el día del juicio y se llegara a un acuerdo de conformidad por el cual se le considera autor de un delito de homicidio imprudente y otro contra la seguridad vial.

De nada han servido los testimonios de los compañeros del fallecido, quienes aseguraron que el motorista pudo esquivar a José Manuel D. C. cuando éste fue a darle el alto por circular a excesiva velocidad. David A. Z., de 34 años y nacionalidad española, alegó en todo momento que se trató de un accidente y antes de enfrentarse a un posible delito de homicidio optó por conformarse el día del juicio.

Los hechos ocurrieron el 24 de junio de 2011 por la tarde cuando el acusado, que carecía de carné de motocicleta, circulaba a 150 kilómetros por hora por la AP-7. En las proximidades del peaje de Silla la Guardia Civil de Tráfico había instalado un radar, el cual detectó la velocidad excesiva a la que circulaba la Yamaha que conducía David A. Z. A la altura del punto kilométrico 541,300, el agente José Manuel D. C. "procedió a darle el alto levantando las manos y haciendo uso del silbato", según refleja la sentencia.

No obstante, el acusado, "lejos de atender las indicaciones del agente, con la finalidad de eludir el control policial, y prescindiendo de las más elementales normas del deber de cuidado y de la seguridad del tráfico, aceleró bruscamente la motocicleta", según los hechos probados en la sentencia. Fue entonces cuando arrolló y arrastró a la víctima, cayendo posteriormente al suelo. Como consecuencia del atropello el guardia civil sufrió un traumatismo craneoencefálico y murió en el hospital. El ahora condenado fue detenido pese a ofrecer fuerte resistencia.

Retirada del carné seis años

Además de los cuatro años de cárcel que deberá cumplir, el juez le ha retirado el permiso de conducir vehículos a motor y ciclomotores durante un plazo de seis años, por el delito contra la seguridad vial, y le impone una multa de 600 euros por una falta de desobediencia a agentes de la autoridad. Asimismo, el condenado deberá indemnizar con 269,82 euros, en concepto de reponsabilidad civil, a otro agente que resultó herido y a la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, con 772,93 euros más, por los daños causados en la uniformidad y el etilómetro.

Sin embargo, la sentencia no establece ningún tipo de indemnización compensatoria para la familia de la víctima, quien dejó viuda y dos hijos pequeños. Este periódico se puso en contacto con la familia del fallecido pero prefirieron no hacer ningún tipo de declaración al respecto y aseguraron que querían pasar página cuanto antes. Del mismo modo mostraron su descontento por la actitud mostrada por la dirección de la Benemérita, ya que lo que en un primer momento fueron palmadas en la espalda de apoyo más tarde quedó en agua de borrajas. De hecho, amigos del fallecido explicaron que la viuda de Manuel D. C. solicitó que se le concediera a título póstumo la medalla al mérito con distintivo rojo, que conlleva una compensación económica, pero le fue denegada. Además, estas mismas fuentes añadieron que la mujer ni tan siquiera fue invitada a los actos de la Patrona de la Guardia Civil el pasado año, cuando supuestamente se homenajeaba a los caídos, entre ellos su marido.