El Ministerio del Interior ha suspendido en funciones "por una presunta falta muy grave" al sargento de la Guardia Civil de Cheste que fue imputado por supuestamente hurtar las puertas de unas caballerizas de una finca de Chiva a principios de 2012. El Boletín Oficial del Ministerio de Defensa (BOD) publicó ayer esta medida cautelar por la que el suboficial debe "cesar en todas sus funciones por un periodo de tres meses".

El procedimiento disciplinario abierto al sargento de la Benemérita se debe a una presunta falta muy grave, recogida en el artículo 7 de La Ley de Régimen Disciplinario de la Guardia Civil, por "desarrollar cualquier actividad que vulnere las normas sobre incompatibilidades".

Según la resolución del Ministerio del Interior, con fecha del 16 de enero de 2013, el sargento ha regentado presuntamente dos negocios de hostelería en Cheste y Chiva, donde ha trabajado de cara al público.

"Durante tal actividad, desarrollada a partir del 24 de diciembre de 2009, ha sido denunciado por impagos, defraudación de fluido eléctrico, niveles de ruido excesivos y realización de actividades sin licencia", según consta en los hechos investigados por la Subsecretaría de Defensa y que recoge el expediente disciplinario instruido por un oficial de la VI Zona de la Guardia Civil, que abarca toda la Comunitat Valenciana.

"Perjuicio a la imagen"

Según la citada investigación interna, "dada la gravedad de las circunstancias y hechos descritos y teniendo en cuenta el perjuicio a la imagen del Cuerpo y a la disciplina", se ha adoptado dicha medida cautelar por la que el suboficial, con destino en el puesto de Cheste, "pasa a la situación de suspenso de funciones desde el día 25 de enero de 2013", en aplicación del artículo 85 de la Ley 42/1999 de Régimen del personal de la Guardia Civil, según el BOD.

Este periódico informó en mayo de la imputación de dicho sargento por su presunta vinculación con el hurto de cuatro puertas y un potro de herrar, valorado todo ello en unos 3.000 euros, en un picadero de Chiva. Dichas puertas se encontraban supuestamente en una finca de Gestalgar, donde el suboficial de la Guardia Civil tenía caballos.

Este mismo sargento fue denunciado poco después por amenazar presuntamente con una pistola a un trabajador.