¿Cuáles son los objetivos del centro y cómo piensan llevarlos a cabo?

Como cualquier otro colegio profesional sus principales fines vienen determinados por sus estatutos. Nosotros estamos en la fase previa de creación del colegio, y tras esto habrá que redactar unos estatutos provisionales. El objetivo primordial del centro será la inserción profesional del criminólogo. No obstante, tampoco podemos descuidar otros asuntos como la lucha contra el instrusismo laboral, que lo hay, sobre todo cuando ocurren sucesos un tanto luctuosos que dan lugar a la aparición de criminólogos de dudosa ciencia. Otro objetivo será proteger a los ciudadanos de las posibles prácticas negligentes que algún profesional de la criminología pudiera llevar a cabo. Para esto es fundamental poseer un código deontológico bien definido. Básicamente ésas son las tres líneas principales.

¿Existen convenios y ayudas para impulsar el proyecto?

Desde la Asociación Profesional de Criminólogos hemos firmado convenios de colaboración con varias universidades, como la Universitat de València, la Universitat Jaume I de Castelló e incluso con la Valencian International University. Además también hemos trabajado en iniciativas que no han llegado a cuajar en materia de mediación penal. Por ejemplo, el año pasado se anuló dos veces la firma de un convenio en el que poníamos diez criminólogos a realizar mediación penal gratuita en un proyecto piloto. Es cierto que el informe del psicólogo es de tipo psicológico, el del abogado es jurídico, pero nadie está buscando un informe criminológico. Esto puede ser muy útil para la administración de Justicia y para ayudar a los jueces y magistrados. Parece extraño que vaya un criminólogo y no entendemos por qué. Sobre todo ahora que a partir del curso 2005-2006 salimos la primera promoción de licenciados en criminología en toda España. Actualmente han terminado el tercer curso de grado en Valencia y Castellón y por tanto vamos a tener ahí a muchas personas sin una expectativa profesional clara.