Los peores presagios sobre la desaparición de Ángel P. M., el vecino de Alaquàs de 50 años cuyo vehículo fue localizado en un barranco de Gestalgar hace una semana, se confirmaron ayer por la mañana cuando los perros de rastreo de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil hallaron su cadáver a escasos cien metros del lugar donde fue encontrado su coche.
El cuerpo, que no presentaba signos externos de violencia, estaba boca abajo y cubierto de unas ramas en un punto que días antes ya había sido peinado por agentes de la Guardia Civil y voluntarios de Protección Civil. Resulta extraño que los perros especializados en la búsqueda de personas no siguieran el rastro del mismo ya entonces, aunque por el estado del cadáver, y a falta que se le realice la autopsia, todo apunta a que la muerte se produjo el pasado miércoles por causas naturales.
La desaparición de este hombre, de la que informó en exclusiva Levante-EMV, se produjo el miércoles de la semana pasada cuando una vecina encontró su coche, modelo Dacia Duster, en un barranco del término municipal de Gestalgar. Al parecer, el vehículo se salió de la carretera y descendió por la pendiente pero no habían restos de colisión alguna ni de su ocupante. Seis días después esta persona ha sido hallada muerta a escasos cien metros del lugar.
