Cinco montañeros austriacos e italianos murieron ayer en una avalancha registrada en los Alpes franceses y un sexto se encuentra en estado crítico después de que una cordada de doce alpinistas se viera sorprendida por un desprendimiento cuando realizaban una ruta por la ladera del Émile Pic, en el macizo de Écrins. El accidente ocurrió a sólo 60 kilómetros en línea recta de la montaña contra la que se estrelló el avión de Germanwings causando la muerte a sus 150 ocupantes.

El alud, a más de 3.000 metros de altitud, tuvo lugar hacia las tres de la tarde y sorprendió a un grupo de esquiadores extranjeros y a su guía. Cuatro de las víctimas mortales eran ciudadanos austríacos y la quinta, italiano, según la prefectura local. Siete montañeros lograron refugiarse a tiempo y salvar la vida, pero los otros seis quedaron bajo la nieve. El coronel Christian Flagella, de la Gendarmería local, apuntó que el resto de afectados son austriacos.

El riesgo de avalancha estaba ayer en un nivel de tres sobre cinco, pero el viento que ha soplado estos días sobre la zona de más de 80 kilómetros por hora, provocó desplazamientos de nieve e incrementó el peligro. La avalancha solo atrapó a seis de los esquiadores, añadió el coronel, según el cual la sexta víctima, cuyo estado es muy grave, ha sido evacuada al hospital de Grenoble en helicóptero. Nada más conocerse el suceso acudieron 30 gendarmes, 30 bomberos y tres helicópteros.