Hasta 25 gallinas llegó a degollar y mutilar una pareja de la Ribera en una serie de ritos purificadores que llevaban a cabo en al menos cuatro localidades de esta comarca valenciana. En concreto, en cementerios y descampados en los que aparecían estos animales maltratados hasta la muerte.

Varios vecinos dieron la voz de alarma sobre estos hechos al encontrar sangre, entrañas y restos de los animales en las inmediaciones de sus municipios. Según las investigaciones de la Guardia Civil, quien arrestó el pasado jueves a los dos sospechosos, la mutilación de estas aves y la aparición de otros objetos tales como puros y botellas de ron, hace pensar que se trata de posibles rituales de purificación, en los que se sacrifican animales para ahuyentar a los malos espíritus o energías.

Los detenidos, ahora puestos en libertad a la espera de las diligencias judiciales, son un hombre de 26 años y una mujer de 34, vecinos de una localidad de la Ribera. Se les arrestó por presuntos autores de un delito de maltrato animal, al sacrificar aves «de forma consciente y deliberada a través de métodos que aumentaron injustificadamente el sufrimiento de los animales», según fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil. Si finalmente se les halla culpables, pueden enfrentar una pena de más de un año y medio de cárcel o una multa.

Durante sus rituales, los supuestos agresores destripaban a las gallinas y utilizaban su sangre para realizar figuras geométricas como círculos o pentagramas.

Según fuentes de la Benemérita, estas marcas aparecían en el suelo, aunque en algunas ocasiones la sangre se detectaba también en los muros de los cementerios, probablemente manchados accidentalmente en el proceso de quitarle la vida a los animales.

Compraban las aves vivas

Los detenidos se hacían con las gallinas vivas en distintos comercios de la zona. Las compraban en diferentes tandas, en pequeñas cantidades. Los investigadores contabilizan hasta 25 aves desde que se puso en marcha la operación el pasado mes de mayo, cuando comenzaron a detectarse los rituales.

Los investigadores relacionan estos hechos con «actos de sacrificio en rituales de invocación de espíritus, sanación, purificación u otros inespecíficos religiosos». En los últimos meses se han detectado una serie de robos en iglesias de Valencia también estrechamente conectados con ritos. Se barajó la posibilidad de que se estuviera haciendo acopio de los objetos necesarios para oficiar misas negras. Entre los efectos robados se encuentran hostias consagradas, sagrarios y cálices de poco valor económico.