El guardia civil autor del disparo que mató a Javier Fernández guarda silencio por orden de sus superiores, por eso las asociaciones de la Guardia Civil salen en su apoyo. "Respetamos la opinión y las decisiones que adopte la viuda. Está en todo su derecho, pero la actuación del agente fue correcta y ajustada la normativa, con la mala fortuna de que una persona falleció. Lo lamentamos de verdad, pero no se trata de que el tema se les fuera de las manos a los agentes, sino que fue el fallecido quien puso en peligro la vida de su esposa, su bebé y uno de los guardias civiles que acudió en su ayuda", explica Manuel Novo, presidente de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) a la que pertenece el autor del disparo.

En este sentido indica que no se puede permitir que alguien armado acabe con la vida de un funcionario. "Agredió con un arma blanca a un guardia civil, le hirió, y en la segunda embestida su compañero actuó, disparó porque no le quedó otra. Intentó evitar las zonas vitales pero el hombre se movía mucho, estaba fuera de sí ". Resalta que en el lugar no estaba solo la Guardia Civil, sino también una ambulancia y dos sanitarios alertados por el 112: "Los agentes repelieron la agresión con los medios a su alcance, hay que responder siempre que alguien armado ataque".

En términos similares se pronuncia la Unión de Guardias Civiles en apoyo a sus compañeros. Lamentan el fallecimiento del batería de Los Piratas, pero recuerdan que los agentes no acudieron a su casa a "una fiesta de cumpleaños" , sino "en auxilio de una madre con su bebé ante un posible caso de violencia doméstica". Así, exponen que uno de los guardias civiles resultó herido por el arma blanca que esgrimía el fallecido. "Un arma blanca que puede matar", y que se produjo un segundo ataque por lo que su compañero disparó.