Seis detenidos y el decomiso de cien kilos de cocaína es el resultado de la última operación contra el narcotráfico a gran escala que opera a través del puerto de Valencia. El hallazgo de la droga se produjo sólo dos semana después de la intervención de 1.400 kilos de palés fabricados con una mezcla de cocaína y endurecedor, lo que confirma que el puerto valenciano continúa siendo uno de los preferidos por las mafias que inundan los mercados europeos con grandes cantidades de ese estupefaciente.

En esta ocasión, los traficantes también intentaron ponérselo difícil a las fuerzas de seguridad, ya que habían camuflado la cocaína en paquetes de medio kilo -habitualmente son pastillas de un kilo- ocultas en el interior de los travesaños metálicos que forman la estructura externa del contenedor.

El envío fue detectado el pasado 14 de diciembre y es fruto de una investigación iniciada hace meses por el grupo de Estupefacientes de la Udyco de la Policía Nacional de Alicante, a la que posteriormente se sumaron la brigada central de Estupefacientes del mismo cuerpo, Vigilancia Aduanera y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Madrid.

Ante la sospecha de que el presunto traficante al que estaban investigando, un supuesto empresario que se dedicaba a importar grandes cantidades de cocaína a través de varias sociedades a su nombre, iba a realizar un envío, la investigación se aceleró. Entonces, detectaron la llegada de cuatro contenedores con cocos naturales como mercancía declarada que arribó al puerto de Valencia a mediados de este mes, procedente de la República Dominicana.

Según la documentación oficial que acompañaba a los contenedores, estos iban destinados a una de las firmas del sospechoso, radicada en Alicante.

Una vez que los agentes de la Policía y de Aduanas revisaron los contenedores a su llegada a Valencia y encontraron la droga, el juez responsable de la investigación autorizó la entrega controlada de la mercancía. Se dispuso entonces una discreta vigilancia sobre los camiones que transportaban los contenedores -unos distintos, ya que los verdaderos se quedaron desguazados en Valencia después de que la droga fuese extraída y guardada a buen recaudo-, que no pusieron rumbo a Alicante, sino a Toledo. Al llegar al pueblo de Olías del Rey, se dirigieron a una nave y cuando estaban en plena descarga, los agentes cayeron sobre los sospechosos y los detuvieron.

Entre los seis arrestados están el presunto cabecilla de la trama y tres supuestos colaboradores, todos ellos españoles, así como dos hombres de nacionalidad marroquí a los que habían contratado para serrar los travesaños metálicos y recuperar la cocaína.