Vicente, un indigente de 83 años que llevaba media vida viviendo entre trincheras, pernoctando en las zanjas defensivas de la Guerra Civil en Riba-roja, fue encontrado muerto el pasado lunes por la mañana en una de las cuevas del Centro de Resistencia Vallesa de Mandor, perteneciente a la Línea de Defensa Inmediata a Valencia. Su cadáver, en estado de esqueletización, no presentaba signos aparentes de violencia, por lo que todo hace indicar que se trate de una muerte natural, aunque dado su estado, para conocer el resultado definitivo de la autopsia habrá que esperar.

Al parecer, el octogenario podría llevar cerca de un mes muerto, según el proceso cadavérico en el que fue encontrado. De hecho, los agentes de la Policía Local de Riba-roja que lo encontraron comprobaron que el fallecido era ya apenas huesos y ropa. Los servicios sociales del consistorio de Riba-roja llevaban tiempo interesados por su situación y periódicamente le llevaban comida y le ofrecían ayuda y asistencia, según apuntaron fuentes municipales. No obstante, Vicente siempre rehusaba dichos ofrecimientos y durante los cerca de 40 años que llevaba viviendo en la zona jamás quiso ser acogido en un centro social o albergue.

Vicente había convertido estos antiguos pasadizos militares bajo tierra en su hogar, como así lo demuestran los numerosos enseres encontrados en varias de las cuevas a lo largo del recorrido de trincheras. Así, era difícil incluso para los servicios sociales localizarlo dado que se movía continuamente de una estructura defensiva a la otra, siendo muchas de ellas zonas de difícil acceso.

Enseres en varias cuevas

El lunes por la mañana, después de tratar de localizarlo sin éxito durante semanas, los servicios sociales de Riba-roja solicitaron el apoyo de la Policía Local, quienes peinaron más concienzudamente cada una de las cuevas y al fondo de una de las cavidades hallaron el cuerpo sin vida del hombre, ya esqueletizado.

Los agentes alertaron inmediatamente a la Guardia Civil y agentes de la Policía Judicial de Riba-roja se hicieron cargo de la investigación para tratar de determinar las circunstancias del fallecimiento así como la identidad del fallecido. Aunque todo indica que los restos hallados corresponden a este indigente conocido en el municipio como Vicente, dado que portaba ropas con las que había sido visto en numerosas ocasiones, por el momento fuentes municipales sostienen que el hombre todavía no ha podido ser identificado.

En torno a las dos del mediodía del lunes la comisión judicial desplazada al lugar autorizó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Medicina Legal de Valencia. El resultado preliminar de la autopsia no ha hallado ningún signo que apunte a una muerte violenta, por lo que a falta del resultado definitivo todo indica que el octogenario falleció por causas naturales.

Los trabajos de los médicos forenses se centran ahora en tratar de identificar sin género de dudas a la persona fallecida mediante ADN. Sin embargo, dado que el supuesto indigente muerto carece de familia ni nadie próximo con el que se puedan cotejar los datos, dicha tarea será algo más compleja.