Un delincuente reincidente de 50 años ha sido condenado a ocho años y medio de prisión por dos robos con violencia e intimidación cometidos en el mismo recreativo de València a principios de año, en los que se apoderó de unos 9.000 euros. El ahora condenado por el Juzgado de lo Penal número diez de València ya cumplió una pena de 30 años de cárcel por un delito de asesinato cometido en 1992 en la provincia de Málaga.

Asimismo, los otros dos presuntos atracadores que estaban acusados en este mismo proceso han sido absueltos de todos los cargos, tanto de los atracos como de la pertenencia a organización criminal. De igual modo, en la sentencia se especifica que no se ha podido demostrar la autoría de un tercer robo con violencia que se le imputaba a esta supuesta banda, cometido en un horno de la calle Emilio Lluch de València el pasado mes de marzo.

El primero de los atracos por el que ha sido condenado el acusado se produjo en un salón de juegos de la calle Torrent de la capital del Túria el 6 de febrero de este año. Dos encapuchados armados con pistola entraron en el local y abordaron a la empleada y al encargado de recoger la recaudación de las máquinas. Los atracadores, uno de ellos identificado como el ahora condenado, se apoderaron de un botín de 7.994 euros.

Posteriormente, el 27 de marzo, el único de los acusados cuya responsabilidad ha quedado acreditada en el juicio volvió a asaltar este mismo negocio de máquinas recreativas. En esa ocasión se llevó apenas 1.000 euros y dejó encerrada en el baño a la empleada. En ambos atracos el condenado, defendido por el letrado David Albiñana, ocultaba su rostro con un pasamontañas para evitar ser identificado, por ello el juez aprecia en el fallo el agravante de disfraz.

Por cada uno de los dos delitos de robo con violencia e intimidación en establecimiento abierto al público se le impone una pena de cuatro años y tres meses de cárcel. Respecto a los otros dos acusados, defendidos por los letrados penalistas Vicente Monzó y Andrés Zapata, la sentencia los absuelve de los robos y de la pertenencia a banda organizada que inicialmente apreciaba la fiscalía.