Las rencillas laborales entre dos hombres con múltiples denuncias cruzadas desde hace más de un año podían haber acabado en tragedia la noche del pasado sábado. Un hombre de 56 años fue detenido por la Policía Nacional acusado de los delitos de tentativa de homicidio e incendio con riesgo para las personas después de provocar un incendio –sofocado por los propios vecinos antes de que se extendiera– en la vivienda de un excompañero al que ya había amenazado previamente, estando en el interior de la casa la mujer de éste.

«Hoy no he conseguido matarlo, pero lo voy hacer» y «a la próxima no me vais a detener porque ya lo habré matado», manifestó el arrestado, visiblemente ebrio. El Juzgado de Instrucción número nueve de València acordó ayer su ingreso en prisión provisional.

Según fuentes policiales, momentos antes de los hechos la mujer escuchó golpes en la puerta del garaje y observó a través de la ventana como alguien estaba lanzando piedras, aunque no le dio mayor importancia. No obstante, posteriormente le tocaron en la puerta y al abrirla se percató que bajo de la misma se encontraba quemado, y una botella de alcohol a escasos metros.

Durante las investigaciones la policía averiguó que el ahora detenido, después de lanzar piedras contra la puerta del garaje, se habría marchado al percatarse que había personas en el interior. A continuación habría regresado con un bote de un líquido inflamable con el que habría prendido una pelota para tirarla contra la fachada de la vivienda. Un vecino al observar lo sucedido, sofocó el incendio con un cubo de agua.

Los agentes identificaron al presunto autor de los hechos, localizándolo posteriormente desprendiendo un fuerte olor a alcohol etílico. En presencia de los policías en una actitud chulesca y alterada al ser preguntado por los agentes habría referido frases como: “Hoy no he conseguido matarlo, pero lo voy hacer” y “a la próxima no me vais a detener porque ya lo habré matado”, indicaron estas mismas fuentes.

El arrestado tiene otras seis denuncias del dueño del inmueble y ya fue condenado por un delito leve de daños en mayo del pasado año por causar daños al coche de su vecino, con el que mantiene una enemistad por cuestiones laborales desde hace tiempo. El detenido fue fotografiado con la botella de alcohol en la mano, la misma que habría utilizado como acelerante del fuego.