M. Pérez, Gandia

Así las cosas, se les ha imputado en el atraco a la Caja Rural y a un bar de Benirredrà; a un bar en Almoines; otro en Quatretonda; cinco en Dénia; uno en Palmera, otro en un camping de Oliva y varios en Cuenca, donde se vieron involucrados en un tiroteo con agentes policiales.

Los detenidos son el líder de la banda, P. V. M., y sus compinches I. N. D.; R. A. L.; J. L. G.; J. O. E. S.; J. J. E. S.; J. S. E. G.; J. V. P. E.; y la novia del cabecilla S. A. R.;

Este grupo de delincuentes, algunos con amplio historial delictivo, utilizan la trapa de una alcantarilla para reventar en cuestión de segundos las máquinas tragaperras y de tabaco que hay en los bares. Hasta 40 personas han compuesto esta banda que en sus inicios en 2002 estaba compuesta por menores de edad y que, una vez han cumplido los 18 años, han aumentado la peligrosidad de sus golpes.

Atracaban lo que habían robado

Los detenidos ingresaban grandes cantidades de monedas procedentes de los robos en una Caja Rural que, posteriormente atracaron, de tal forma que el botín aumentaba el doble.

Fueron las cámaras de seguridad de la entidad bancaria la que los delató, por lo que la policía de Gandia ya les seguía la pista desde el pasado mes de agosto.

De los nueve detenidos por estos últimos 15 robos, el juez ha decretado prisión para seis de ellos, mientras que tres han quedado en libertad, tras prestar declaración.

Para cometer los robos, los detenidos sustrajeron varios coches en diversas localidades, atentaron contra un agente del Cuerpo Nacional de Policía, al que causaron lesiones al tirarlo de la motocicleta. Esta banda de jóvenes delincuentes consiguen en cada golpe entre 1.000 y 1.500 euros, han provocado accidentes graves y persecuciones a 180 km/h por varias comarcas, incluso llegaron a declarar que «vivimos a cuerpo de rey».