En el escalafón empresarial, el presidente de Cierval, José Vicente González, es el máximo representante como uno de los tres vicepresidentes de la CEOE. González señala abiertamente que desde Madrid se ignoran los problemas valencianos. «De tan invisibles parecemos transparentes», lanza. Asegura que muchas de las inversiones que deberían llegar aquí acaban en otros territorios sin que exista mayor rentabilidad por el escaso peso político valenciano.
Pone como ejemplo la necesaria inversión de 40 millones en la línea Sagunt-Zaragoza, un trazado de la Segunda República y décadas sin avances. «Hay cien ejemplos como ese, el corredor mediterráneo que nos cambian por un tercer raíl en una sola dirección es un suma y sigue», lamenta. González pone el acento en las inversiones regionalizadas, donde la Comunitat Valenciana, con el 10,8 % de la población española, apenas ha recibido el 7 % en los últimos 15 años, porcentaje que incluso ha caído al 6 % en el último Gobierno del PP.
«Desgraciadamente la invisibilidad existe, si gobiernan unos u otros y en el análisis de 15 años se ve claramente». El vicepresidente de la CEOE considera «sonrojante» que la segunda y tercera capital del Estado no estén comunicadas a través de alta velocidad. «Es lo de siempre». González acaba de recibir la respuesta de Fomento para el Sagunt-Zaragoza: dos millones de euros de los 40 reclamados.
