La incertidumbre política que arrecia en España durante estos últimos meses y el Gobierno en funciones presidido por Mariano Rajoy son factores que no parecen preocupar en absoluto a los turistas que visitan la Comunitat Valenciana. La ocupación hotelera en la costa durante este verano alcanzará cifras de récord con una media del 85,84 %, lo que supone un incremento de tres puntos sobre agosto de 2015, según la Encuesta de Ocupación en Temporada de Verano realizada por la Agència Valenciana del Turisme.
La afluencia de turistas extranjeros crece como también las de españoles. Durante los tres últimos años los visitantes autóctonos ya ocupan más apartamentos turísticos en la costa que los foráneos y los precios de los alquileres continúan al alza. Al menos esa es la impresión de los colegios de agentes de la propiedad inmobiliaria de la Comunitat Valencianas durante la primera parte del período estival.
Según el abogado valenciano especializado en derecho inmobiliario Jesús Andrés los precios han subido «debido a la recuperación económica y a la mayor demanda de vivienda de los españoles. Respecto a 2012 se observa una notable mejora de la ocupación», destaca este experto del sector inmobiliario de la Comunitat Valenciana. Los dos factores principales que más se han valorado a la hora de elegir la vivienda son el precio y la ubicación, seguidos muy de cerca del entorno y alrededores de la casa.
Por las nubes y con el cartel de «completo». Así se encuentra el mercado del alquiler vacacional en la Comunitat Valenciana durante el mes de agosto, la época del año en la que más apartamentos se arriendan. En puntos como Benidorm o la playa de San Juan ya es difícil encontrar una vivienda libre, sobre todo en primera línea del mar y que tengan urbanizaciones completas, las más demandadas. «En enero ya nos empiezan a llamar y en junio ya no queda nada disponible», señala Gonzalo Sandoval, agente de la propiedad inmobiliaria en la playa de San Juan. Por un apartamento con vistas y con servicios, como piscina o pistas de tenis, este mes se puede llegar a pagar entre 1.500 y 1.800 euros la quincena, tanto en la playa de San Juan, como en la Albufereta.
Si el apartamento no está en primera línea, «los precios tampoco bajan mucho, hasta los 1.200 euros, ya que existe mucha demanda y en verano todo vale para alquilar». El resto del año, los arrendamientos en estas zonas rondan los 500 euros. Además, el de San Juan y la Albufereta se trata de un mercado muy endogámico. «La familia que alquila suele llegar a un acuerdo con el dueño del piso para alquilarlo el siguiente verano o están en contacto con los porteros de las fincas para que les avisen si un piso queda libre».
Variación
Cuando en estas dos zonas de la costa ya no hay pisos disponibles, explica José Ángel Herrero, agente de la propiedad inmobiliaria en la ciudad de Alicante, la gente busca en otros sitios de playa como Arenales o Urbanova, «donde los precios bajan a una media de 50 euros por día». En la ciudad de Alicante y en sus playas también existe cierto mercado del alquiler vacacional de alto estanding con pisos en la Explanada que, según los profesionales del sector, se han alquilado en agosto por 6.000 euros o en urbanizaciones muy exclusivas de la playa de San Juan, como Torres Blancas o el edificio «Voy Voy», que también han rozado los 3.000 euros la quincena.
Los agentes de la propiedad inmobiliaria que trabajan el alquiler vacacional apuntan a cierta recuperación del sector, con un aumento de hasta el 10%, aunque a costa de sacrificar días de vacaciones. La gente, señala Sandoval, «reduce al máximo sus estancias. Antes pasaban 15 días y ahora llaman muchos para alquilar sólo una semana». Respecto al perfil de quien alquila un piso en verano en San Juan, se trata de matrimonios con niños, principalmente de Madrid y del interior del país. Hace años que esta playa ya no atrae a grupos de jóvenes, coincidiendo con el declive del ocio en esta zona de la ciudad. Los turistas de menor edad, explica Herrero, optan por alquileres más económicos en la ciudad, «incluso en algunos barrios», buscan en internet y «van sobre todo a gastar los menos posible».
Los extranjeros optan por otro tipo de destinos, como Benidorm y Santa Pola. En esta última villa marinera, el coste de los alquileres se multiplica por 5 en julio y en agosto, pasando de los 350 o 500 euros mensuales como máximo que cuesta en invierno a los 1.500 euros, aunque en Santa Pola del este se pueden llegar a encontrar casas cuyo alquiler asciende a 3.000 euros al mes. En cuanto a Benidorm, estos días los turistas llegan a pagar 2.500 euros mensuales por un apartamento con vistas al Mediterráneo y cuyo coste en invierno no superaría los 600 euros. Pero no todo en Benidorm es así de caro. En la zona de Rincón de Loix se pueden encontrar estas semanas estudios por 400 euros.
Un poco más al norte, en Xàbia están algunas de las zonas más caras de la Comunidad en cuanto a alquileres. Concretamente las calles Mediterráneo y Fray Jaime Ibáñez tienen casas que se llegan a arrendar por 4.120 y 3.000 euros. En El Campello los precios están más contenidos, con apartamentos para cuatro personas por 550 euros la semana este mes de agosto. Respecto al sur de la provincia, concretamente en Torrevieja, el precio medio de alquiler se sitúa en torno a los 400 euros mensuales -viviendas de 90 y 100 metros cuadrados-, según las cifras públicas de la empresas dedicadas al sector, y se rebaja a los 350 euros en el mercado no regulado. La ciudad es una oportunidad para los demandantes de vivienda en alquiler con una oferta potencial de más de 200.000 plazas en apartamentos, pisos, chalés y adosados. Las zonas donde ese precio se eleva sensiblemente se sitúan en primera línea de las playas de La Mata, El Cura y Los Locos y en zonas muy concretas, como es el caso de algunas propiedades de Los Balcones, al sur del término, las calas o La Veleta se ofertan viviendas en alquiler por más de 2.500 euros al mes.
Han colaborado en esta información: David Pamies, Sandra Murcia, Alba Sorroche y Sandra Ivorra.
