Cristina Plumed (Sagunt, 1980) preside la Asociación Empresarial del Camp de Morvedre (Asecam) desde hace cuatro años. La mitad de su mandato ha estado marcada por la oposición del gobierno municipal de Sagunt a la prórroga de la explotación de la cantera de Salt del Llop por la multinacional Lafarge. La semana pasada, la Conselleria de Medio Ambiente autorizó a la cementera francesa seguir extrayendo áridos de la cantera durante 18 años. Plumed celebra que se garanticen 500 empleos directos e indirectos, la derrama millonaria que genera la operación de la fábrica y la seguridad jurídica que supone la resolución de la Generalitat, puesto que la multinacional francesa cerró un compromiso con el anterior gobierno municipal. Pero, sobre todo, celebra la unidad de criterio de patronal y sindicatos al respecto y la influencia que han sido capaces de ejercer para mantener la instalación industrial. «Ha sido difícil, pero hemos visto una unión ejemplar entre sindicatos y patronal tanto a nivel comarcal como autonómico», comenta satisfecha.
La empresa de su padre, Transportes y Excavaciones Pérez Plumed, ha sido parte de su vida desde niña. «Mi padre empezó con el carro y los burros recogiendo grava en el río». El negocio creció. Cuando Cristina apenas tenía 11 años, Ramón, su padre, se constituyó como sociedad limitada con 12 trabajadores. Cinco contenedores y un camión constituían el activo de la empresa que se concentró en la recogida de residuos de la construcción.
Cristina se incorporó al negocio familiar con apenas 18 años. En paralelo, se diplomó en Ciencias Empresariales por la Universidad de València. También cursó estudios en la Escuela Internacional de Protocolo de València. El boom de la construcción coincidió con sus primeros años a las órdenes de su padre.
Excavadoras, camiones grúa, trailers, palas cargadoras... La empresa creció en paralelo a las obras que se ejecutaban en toda la comarca. En su mejor momento, en 2007, Transportes y Excavaciones Pérez Plumed contrataba 70 trabajadores. La actividad se redujo drásticamente. Pasada «la bonanza», la empresa contrata en la actualidad a 35 trabajadores.
Crece la actividad, pero «todavía son picos, no hay continuidad». Pasados los años de frenético negocio en torno al ladrillo, Plumed encontró tiempo para poner en marcha una segunda empresa sin ninguna relación con las obras. En 2010 constituyó Tu Alegoría, otra sociedad limitada dedicada a la organización de eventos. Una boda, un bautizo, una ocasión en el seno de la empresa. La nueva sociedad, con sede en Canet d´en Berenguer, cuida todos los detalles para fiestas infantiles y ofrece sus servicios como wedding planner, planificador de bodas.
Con dos empresas en marcha, Plumed encontró tiempo para dedicarse a la representación empresarial. En junio de 2013 fue aclamada por unanimidad presidenta de Asecam.
Grupo de presión
Plumed sabe que una patronal es un lobby, un grupo de presión. Preside una de las patronales comarcales más dinámicas de la Comunitat Valenciana y aspira a duplicar el número de asociados. Pero sabe que no es fácil: «El empresario es un animal independiente que siempre piensa que puede solucionar las cosas mejor sólo. Es más fácil convencer a un empresario de que participe en una asociación para relacionarse y hacer negocios, lo que se llama networking, y cuesta que entiendan que un lobby empresarial pueda ser la voz del empresario ante la Administración, que todos unidos podemos luchar mejor en defensa de nuestros intereses».
Cristina Plumed asegura que tanto patronal como sindicatos «han evolucionado» y siguen una senda de mejora. Sobre los partidos políticos y «para ser políticamente correcta» se limita a comentar: «Nos necesitan».
La desaparición de la patronal autonómica Cierval no le hace mucha gracia. «No me gusta que una patronal quiebre, pero tampoco que vaya arrastrando deudas y que la bola se haga más grande cada vez». Se pone alerta cuando le hablan de subvenciones. « Tengo mucho mucho mucho miedo cuando alguien habla de formación, ayudas y subvenciones. Las bonificaciones fiscales a las empresas funcionan mucho mejor y, además, alcanzan a todos. No hay que tropezar dos veces en la misma piedra, Hay empresas que se dedican a la formación, que dan formación y las patronales se deben dedicar a otras cosas».
Define su labor representativa. «No me gusta decir que una asociación tiene una carta de servicios, prefiero que los empresarios digan lo que quieren y que la asociación les represente».
Preside una asociación atìpica. «Somos de ámbito comarcal pero tenemos desde micro empresas hasta grandes multinacionales». Por la misma razón sugiere que los responsables de la Conselleria de Economía deberían ampliar el abanico de sus prioridades. «La Generalitat defiende a la empresa tradicional valenciana, a los sectores que son de aquí, pero esas empresas de esos sectores no van a dar el empleo que necesitamos».
