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La tienda de aplicaciones de Apple acaba de rebasar los 10.000 millones de descargas gratuitas y pagadas. Con más de 300.000 aplicaciones en las «estanterías» virtuales de la App Store, el éxito es indiscutible y augura una revolución en la distribución de software, con la creación de tiendas de todos los competidores de Apple en el terreno móvil y de la propia Apple con su Mac App Store. Un dato elocuente: la iTunes Store, la tienda de música dominante en la red, y propiedad de Apple, llegó en febrero del año pasado a esas cantidades, tras casi 7 años de vida. La tienda de aplicaciones lo ha conseguido en 2 años y medio.

Imagine un gigantesco hipermercado virtual en el que podrá encontrar todo el software que necesite. Una superficie donde se puede comprar al instante cualquier producto existente. Las tiendas de aplicaciones han llegado y es para quedarse. Primero fueron un sistema creado para alimentar los teléfonos móviles y dotarlos de recursos suficientes para llevar a cabo mil y un tareas lúdicas o profesionales. Ahora, ese mundo comercial se prepara para extender sus redes por los ordenadores. Nuestros hábitos como consumidores tienen los días contados. Ya no será necesario entrar en una tienda para adquirir los programas que necesitemos. Las tiendas de aplicaciones nos darán la oportunidad de acudir a un local centralizado en cuyas estanterías podremos buscar lo que necesitemos, pasar por caja (virtual) y descargarlo. Compra directa y a la carta. O «fisgar» para conseguir aplicaciones gratuitas.

Apple fue pionera en este sistema de comercio por internet. App Store para el iPhone (móvil) y el iPod touch (reproductor de música) fue un éxito (el 30% de sus ventas) desde su aparición y demostró que había un mercado para adaptarse a los nuevos tiempos.

La App Store abrió sus «puertas» el 10 de julio de 2008 siguiendo el modelo de iTunes. Un año después ya había más de 50.000 aplicaciones oficialmente disponibles para iPhone y iPod Touch. En menos de un año, App Store superó los mil millones de descargas. Las aplicaciones de terceros variaban desde aplicaciones para negocios, juegos, entretenimiento, educativas,... Aplicaciones que los usuarios podían comprar en la tienda y transferirlas al iPhone o el iPod Touch con la actualización de software iPhone 2.0 que estuvo disponible a través de iTunes desde el primer día. El primer fin de semana se descargaron 10 millones de aplicaciones. El 16 de enero de 2009, las descargas ya llegaban a los 500 millones. A día de hoy, la tienda supera las 300.000 aplicaciones y acaba de pasar de los 10.000 millones de descargas, lo que significa que ha alcanzado cifras enormes en mucho menos tiempo del que le costó llegar en la descarga de canciones. Apple dio primero y dos veces, sobre todo porque lleva mucho terreno ganado en la fidelización de sus clientes en telefonía móvil: cuando alguien se ha habituado a un catálogo de aplicaciones determinado no le será fácil irse a la competencia.

No todo son buenas palabras hacia la empresa de la manzana. Sus detractores recuerdan que las restricciones para conseguir que se autoricen aplicaciones es diametralmente opuesta a la actitud de Google con el sistema operativo Android, extremadamente abierto. Apple editó una guía sobre los criterios para dar luz verde o vetar una aplicación. Nada de improvisaciones, chapuzas, o pornografía. El documento lo deja claro: «Si quiere criticar una religión, escriba un libro. Si quiere describir un acto sexual, escriba un libro, una canción o desarrolle una aplicación médica».

Jimmy Wales, fundador de Wikipedia, afirmó que el modelo de negocio de Apple es un peligro para la red, pues limita la libertad de los usuarios y de las empresas para comercializar sus aplicaciones. Por contra, la política de Apple tiene una ventaja: la fiabilidad de la aplicación está garantizada. Los expertos en seguridad recomendaron a Facebook que adoptara un sistema parecido de control de las aplicaciones para detener el paso de programas peligrosos. Explican los expertos un fenómeno que se da con las descargas: un usuario tiene una aplicación y sus amigos se quieren hacer con ella. Según estudios, el 99% de las aplicaciones en móviles son eliminadas o ignoradas en semanas. Un fenómeno que se da con las aplicaciones gratuitas, sobre todo con las vinculadas a redes sociales. Y los juegos mandan. Los expertos apuntan a la posibilidad de que las tiendas de aplicaciones destinadas a los ordenadores sirvan como plataforma ideal para desarrolladores de pequeño o mediano tamaño con problemas para hacer frente a gigantes como Microsoft o Adobe, pero el desembarco de estos parece inevitable con sus propias tiendas de aplicaciones.

La experiencia de las tiendas para la telefonía demuestra que el éxito de una tienda de aplicaciones depende de la proporción entre aplicaciones gratuitas y de pago. Según datos de 2010, Apple ofrece un 25% gratuito, Black Berry un 24% y Android Market un 57%. Es decir, que el usuario de iPhone, Ipod Touch o iPad tiene un inmenso campo de aplicaciones por el que moverse sin gastar un euro.