Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Historia

Granada, el refugio de Conde

La guerra civil marcó el destino de muchos deportistas valencianos. Fue el caso del centrocampista Tonín Conde

Granada, el refugio de Conde

Antonio Conde Aja es uno de los primeros nexos de unión históricos entre el Valencia y el Granada. La guerra civil es la que marca la carrera, y el resto de la trayectoria vital, de este agresivo centrocampista zurdo, nacido el año 1909 en el Puerto de Sagunto. Antes de ese traumático acontecimiento, Tonín „también conocido como Conde II, al coincidir en el equipo con su hermano Manuel„ fue uno de los más destacados actores del primer Valencia que se asomó a la elite, en la temporada 1930-31, el año del ascenso a Primera división.

Conde es una de las piezas fijas del equipo dirigido por el checo Anton Fivber, y desde el inicio del curso su rendimiento es decisivo. Un gol suyo de cabeza contra el Castellón es el que otorga, el 23 de noviembre de 1930, el Campeonato Regional a los valencianistas. A continuación se disputa el torneo de Segunda división. Con solo dos derrotas en la primera vuelta el Valencia se mantiene en los puestos altos desde el inicio. Una imponente racha de seis victorias consecutivas le encarama al liderato. El 29 de marzo de 1931, a pesar de perder en El Molinón ante el Sporting, el Valencia asciende automáticamente a Primera. La gloriosa temporada se cierra eliminando por primera vez en la historia al FC Barcelona de la Copa. La importancia de Conde será notoria en los siguientes años, en un club siempre ascendente que en 1934 jugará su primera final de Copa, con derrota ante el Madrid (2-1).

La brega de Conde en el terreno de juego va acompañada de un ánimo sindical fuera del terreno de juego. Ya fuera en sus reivindicaciones a la directiva o, como ciudadano, por sus inquietudes políticas, orientadas abiertamente a la izquierda, al igual que las de su compañero en la medular Abdón. Por contra, el tercer integrante del centro del campo, Enrique Molina, no oculta sus simpatías falangistas. Dentro del campo no se notan las diferencias ideológicas.

Una vez que estalla la guerra civil, Conde participa de las actividades de un Valencia FC que bajo la presidencia de Josep Rodríguez Tortajada se alinea a favor de la República. Pero con la victoria franquista, queda señalado. Es encarcelado en San Miguel de los Reyes, de donde le permiten salir para jugar en el Hércules, antes de volver a ser recluido, esperando en vano la mediación del presidente del Valencia, el general Jiménez Buesa. Finalmente Conde es amnistiado pero condenado al destierro. Es así como llega al Granada, en mayo de 1940. Aún así, todavía pasa un año y medio hasta poder debutar oficialmente con el conjunto andaluz, en el que permanece tres temporadas. En 1945 acaba su carrera deportiva en el Betis tras lo cual regresa a Granada a vivir. Conde dirigirá durante 25 partidos al club nazarí, del que también será su secretario técnico. Falleció en 1984 con 74 años. La guerra civil marcó también el destino de otros jugadores, como el mencionado Molina. El futbolista internacional se alistó como voluntario en la División Azul y falleció el 15 de Julio de 1943, al ser alcanzado por un obús soviético mientras transportaba a un oficial nazi durante la batalla de Leningrado. Enterrado en suelo ruso, fue homenajeado en Valencia con solemnes funerales en la Basílica de los Dominicos.

Compartir el artículo

stats