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Dimisión

El 'testamento' de Prandelli

El entrenador italiano abandona el Valencia CF a los tres meses de tomar las riendas

El 'testamento' de Prandelli

No ha sido un final de 2016 fácil en el seno del Valencia CF. El tsunami estallaba el pasado viernes por la tarde, cuando se conocía que Cesare Prandelli había anunciado su dimisión irrevocable como entrenador del primer equipo. El técnico transalpino abandonó el club a los tres meses de tomar las riendas. Y destapando con sus críticas veladas las carencias en la gestión del equipo liderado por Peter Lim desde Singapur.

«El Valencia está regido por personas respetables, pero que saben de números y el fútbol es algo más, es pasión y sentimiento... si le quitas esa parte...», fue el principal dardo lanzado hacia la propiedad en la rueda de prensa que protagonizó en un hotel. Instantes antes de encarar los micrófonos atendió a Levante-EMV y confirmó que estaba muy «disgustado» por cómo estaban yendo las cosas, mientras hacía gestos de incredulidad al conocer un resumen de la versión del club. Con un tímido «doppo» -después en idioma italiano„ prometía una contestación que nunca llegó. Quizás se lo pensó dos veces a la hora de remover más el asunto.

Algo no le ha gustado en el club valencianista a un profesional de larga experiencia que vino para arreglar las cosas tras el «experimento Ayestarán». Que se baje del barco sin siquiera cobrar su finiquito -no como han hecho sus ayudantes, que quieren negociarlo- no parece un buen síntoma. Así, el «testamento» que Prandelli deja en el Valencia no es fácil de digerir.

Sobretodo en el ámbito deportivo. El caso Simone Zaza es la prueba más palpable. El técnico lo quería en Valencia para el pasado 27 de diciembre, buscando un «jugador de carácter» y una cara nueva en el vestuario. Prandelli confirmó que prácticamente había convencido al 9 tras tener contactos personales con el jugador y su entorno y que solo faltaba la negociación entre clubes con la Juventus.

Incluso, envió un mensaje escrito a García Pitarch apremiándolo en las negociaciones. Zaza era el primero de los cuatro refuerzos de importancia que Lim le había prometido en una entrevista en Singapur. Sin embargo, la situación desesperó al técnico. La cuota de fichajes se reducía en un 75 %. «Yo vine a un proyecto grande, no a un mínimo», fue otra de las «perlas» lanzadas.

El preparador ya se ha ido de la ciudad, pero quiso tener un gesto con los jugadores que ya no están bajo su mando. De hecho, pidió apoyo máximo a una «plantilla joven que puede verse superada por el ambiente de Mestalla» y argumentó que «renuncio a un dinero importante por respeto al Valencia, no soy un entrenador que se queda flotando y esperando a ver qué pasa».

Tampoco parece que su relación con García Pitarch se haya salvado de la quema. De hecho, el técnico señaló a una silla vacía cuando dijo que el director deportivo le había comunicado que también se iba si él presentaba su dimisión, explicando con un gesto que se sentía abandonado y que alguien no había cumplido su palabra. Todo quedó bastante claro en ese aspecto.

Pero el «testamento» de Prandelli no se queda ahí. También tiene una vertiente social. Defendió que había «intentado desde el principio cambiar algunas cosas», llegando a solicitar al club una mayor apertura hacia al público de las instalaciones de Paterna. Su petición, sin embargo, fue rechazada por miedo «a las respuestas de los aficionados». Los episodios con los ultras han hecho mucho daño, pero el valencianismo es mucho más. El pasado sábado, un joven esperaba a García Pitarch y a Murthy con una pequeña pancarta en la que se leía el mensaje de «Peter Lim estafador». No parecía un aficionado violento, sino un hincha desencantado de cómo se están haciendo las cosas en el Valencia.

Una lista negra de periodistas

También habló Prandelli de un «libro negro» en el que están algunos medios, defendiendo que «creo que un equipo como el Valencia debe estar disponible para todos». Con una voz cada vez más emocionada, Prandelli se despedía apuntando que se acaba un «sueño de tres meses» y destacaba su respeto «por una ciudad, un club y una hinchada con la que he tenido un gran feeling desde el principio». Las palabras del ya exentrenador llegaron una hora después de que el consejero delegado Anil Murthy criticara su labor leyendo un comunicado ante la prensa: «Prandelli solo ha logrado seis puntos en tres meses».

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