El Valencia CF ha hecho oficial, a través de un comunicado, el fichaje del mediapunta chileno, Fabián Orellana. El ya exjugador del Celta de Vigo ha llegado a mediodía a la capital del Turia donde ha pasado el correspondiente reconocimiento médico y posteriormente ha firmado su nuevo contrato como jugador del club de Mestalla.

El jugador llega cedido al Valencia CF procedente del Celta con una opción de compra a final de temporada por una serie de requisitos que lo comprometería con el Valencia hasta junio de 2019.

A Fabián Orellana no le gusta el apodo futbolístico con el que fue bautizado por sus compañeros de la selección chilena: el poeta. Poeta no por los bellos gestos técnicos de su juego, o por la admiración del compatriota Neruda. Poeta es el sobrenombre de un humorista chileno de gran similitud física con el mediapunta que hoy, en el último día del mercado de invierno, ha fichado por el Valencia CF aprovechando la ficha libre que deja Fede.

Con 31 años, Orellana está en su mejor edad futbolística. No se discute el aporte cualitativo que dará al conjunto de Voro González. Ambidiestro sobrado de talento, en el Celta de Vigo es el equipo en el que su rendimiento ha encontrado mayor continuidad. Es un jugador que contribuirá junto a Nani en la generación de asistencias. Además, también tiene gol.

La capacidad diplomática de la que Voro ha hecho gala también se pondrá a prueba para domar el temperamento de Orellana. Su desenlace con el Celta ha sido abrupto, cortado por el Berizzo por «una falta de respeto inaceptable». Solo su buena relación con Aspas y Mallo, pesos pesados en el vestuario celtiña, ha apaciguado los conflictos en los que se ha visto envuelto. Los chispazos de un carácter fuerte, poco accesible a los periodistas, le ha enfrentado a la mayoría de entrenadores. Antes de Berizzo las tuvo con Fabri y Anquela en el Granada, y también se conocen episodios previos en el Audax chileno. Es el riesgo que comporta reclutar a un futbolista que, sobre el campo, marca la diferencia.