El Valencia vive tiempos de zozobra en cuanto a delanteros centro goleadores se refiere. La llegada de Simone Zaza, a pesar del gran rendimiento colectivo que ha causado el atacante italiano durante las últimas semanas, no ha solucionado uno de los grandes problemas y asignaturas pendientes que tiene la entidad valencianista, acostumbrada al olfato y a la sed goleadora durante la última década, con jugadores como David Villa y Roberto Soldado.
La marcha de Paco Alcácer y la única llegada de Munir El Haddadi durante el pasado verano evidenció la falta de una referencia atacante en la parcela ofensiva, algo que se palió durante el mercado invernal con la llegada de Simone Zaza, procedente de la Juventus de Turín. Ni en Italia ni en su etapa en Inglaterra bajo el cobijo del West Ham United, el atacante de 25 años consiguió ganarse la etiqueta de delantero goleador. Algo que tampoco ha logrado desde su llegada a Mestalla, donde tan solo ha conseguido anotar cuatro goles en 15 partidos disputados. Zaza se ha convertido, con menos minutos que sus compañeros ofensivos, en el jugador valencianista que más disparos realiza con 39, de los cuales 14 fueron a puerta. El atacante nacido en Italia efectúa 2,6 tiros por choque, mientras que Rodrigo Moreno realiza 1,6 disparos, Munir 1,1 y Santi Mina 1. Algo llamativo es que ninguno de los cuatro delanteros centro han anotado un gol de penalti durante toda la temporada.
El italiano ha disputado ya 1.002 minutos con la elástica blanquinegra, tan solo 185 minutos menos que Rodrigo, quien ultima su vuelta a los terrenos de juego tras varios meses en el dique seco. El ratio de goles por partido de ambos futbolistas es de 0,27; cifra superior en este aspecto a las de sus compañeros Mina y Munir. A falta de seis jornadas para que finalice la temporada 2016/2017, ambos futbolistas han anotado seis goles en la competición liguera, con un ratio de 0,25 y 0,21 goles por partido respectiamente. Dichos datos medios de gol de los dos máximos goleadores del Valencia CF durante esta temporada, es el más bajo desde hace catorce años, cuando en la temporada 2002-2003, Fabio Aurelio, John Carew y Pablo Aimar establecieron una marca conjunta de 0,21 goles por partido. Más allá de aquella temporada, en los últimos 20 años en tan solo dos ocasiones el conjunto valencianista ha contado con un promedio tan bajo de sus máximos goleadores: Leandro y Goran Vlaovic con un 0,19 en la temporada 1996-1997 y Rubén Baraja con un 0,18 en la 2001-2002. Lejos quedan los registros de David Villa (0,73) o Roberto Soldado (0,64) en el mismo periodo de tiempo, y todavía más los de otros grandes goleadores en la historia del club como fueron Pedja Mijatovic (0,66), Mario Alberto Kempes (0,82), Waldo (0,8), Silvestre Igoa (0,82) y Mundo (0,88).
Goles que valen puntos
En términos de efectividad numérica en la clasificación, los goles de Simone Zaza han sido los más beneficiosos para el Valencia durante la presente campaña. Los cuatro goles del delantero italiano repartidos en tres encuentros han supuesto nueve puntos para el conjunto dirigido por el técnico Salvador González, por lo que cada vez que marca Zaza, el equipo gana. Por su parte, los goles de Santi Mina también han ayudado a conseguir nueve puntos, pero además cuenta con dos derrotas ante la Unión Deportiva Las Palmas tras haber visto portería. Peores son los números en este sentido de Munir y de Rodrigo, quienes han colaborado con sus goles a sumar cinco y dos puntos respectivamente.
