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Fichajes

El Valencia muestra su bloqueo al no poder afrontar la cláusula de Albiol

La cuenta atrás para que el club fiche al defensa valenciano del Nápoles avanza sin que, de momento, se pueda pagar la opción de 6 millones que expira el viernes

Albiol, con García Pitarch, en una visita el año pasado a una concentración. f. calabuig / sd

La cuenta atrás para el posible fichaje de Raúl Albiol por el Valencia avanza inexorablemente sin noticias de que el club blanquinegro pueda afrontar el pago de la cláusula de 6 millones de euros, cuya vigencia expira este viernes, tal como informó ayer en exclusiva Levante-EMV.

La voluntad del central de Vilamarxant es la de regresar al club en el que se crió y se dio a conocer en el fútbol, pero la realidad es que el Valencia no puede asumir en la actualidad el coste de la operación, mientras antes no dé salida a jugadores descartados y refrescar el «fair play». La dificultad, sobre todo, viene a la hora de acordar un salario que se acerque, o compense en un contrato de más años, los 2´3 millones de euros netos que cobra por año el defensa del Nápoles.

El caso de Albiol, que espera noticias apurando sus vacaciones en València, junto a la familia, es paradigmático del bloqueo económico que, de momento, paraliza la planificación de fichajes del club. Difícilmente al Valencia se le presentará una oportunidad de mercado como la de Albiol. Por calidad, experiencia, garantía de rendimiento a corto plazo, y al precio de 6 millones, el central internacional es el candidato perfecto para reestructurar la línea defensiva, la que más urgencia presenta para el nuevo técnico Marcelino García Toral.

En la jornada de ayer, el agente del futbolista, Manuel García Quilón, seguía sin tener noticias concretas del Valencia, para que las conversaciones mantenidas en las últimas semanas desemboquen en el regreso a Mestalla del jugador. Si previamente no media la venta de algunos de los jugadores descartados, con difícil encaje en el mercado, el Valencia no puede plantearse la contratación de Albiol. A partir del sábado, una vez eliminada la cláusula de rescate, el Nápoles volverá a tener todo el poder de imponer el precio que estime oportuno. Hace un año eran 18 millones.

Alemany insiste en la paciencia

La premisa del club sigue siendo la de medir con milimétrica precisión cada operación. En este sentido, el director general, Mateu Alemany, volvía a pedir ayer, en una entrevista a la agencia Efe, «paciencia» a los aficionados. Alemany reconoció que, pese a contar con «bastante margen en el 'fair play' financiero», es necesaria la salida de algunos jugadores, ya que cuentan actualmente con una plantilla «muy costosa».

«Independientemente del nivel de liquidez, creo que ir despacio es estar pendiente de cuando las operaciones son convenientes para el club. Mientras no lo sean, precipitarse es una irresponsabilidad», indicó Alemany. «Entiendo que nuestros aficionados tienen ansiedad por ver nuevas caras y concretarse el proyecto, pero les pediría que tengan ese punto de paciencia porque esto es largo, quedan dos meses y pico, y lo importante no es cuándo, sino quién y cómo. Estamos sobre todo en el cómo y en el precio que toque», destacó.

El directivo reconoció que en cuanto a fichajes «hay tres o cuatro prioridades claras y el resto dependerá de las salidas», de las que, apuntó, no se ha fijado un número preciso. «Lo que resulta muy fácil es preguntar cuánto vale este jugador, pagar y listo. A la corta puede sonar bien y atractivo, pero a la larga perjudica los intereses del club. No es mi forma de trabajar y como tengo esta responsabilidad, lo vamos a hacer así», señaló. «Tengo la ventaja de que el entrenador (Marcelino) comprende este tipo de procedimientos y lo que prefiere es tener un muy buen equipo al final del periodo de fichajes y no ahora. El tema de los plazos en este sentido lo vamos a manejar con ese 'timming'», insistió.

Además, Alemany reconoció que para que haya entradas debe haber antes salidas debido a que la actual plantilla es muy cara. «Es algo que debemos entender todos, estamos sujetos a unos topes máximos salariales y de amortización porque si no, nos vamos fuera del tope y en ese caso no se puede fichar. Entiendo que el aficionado tiene otra perspectiva, pero creo que también está contento cuando las cosas se hacen al precio que toca y no se pagan sobreprecios, porque si se pagan, no hay dinero para que vengan otros. Ajustar negociaciones siempre redunda en lo deportivo y en el bien de nuestra afición», indicó.

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