Tras el áspero partido de Getafe, incómodo y cerrado como una noche invernal, Mestalla disfruta hoy de un encuentro vistoso de los de fútbol alegre, abierto y atractivo. El partido enfrenta al Valencia, segundo máximo goleador de la Liga (33) contra el Celta, cuarto clasificado en la tabla de anotadores (26). Dos delanteros con mucha pegada, Zaza y Rodrigo, se verán las caras a Iago Aspas y Maxi Gómez, dos puntas que no les van a la zaga. Rodrigo, con ocho dianas, busca el Trofeo Zarra al máximo realizador del panorama nacional. Iago Aspas, con los mismos goles, acepta el reto. El choque promete.

El Valencia CF no se puede dormir. Es cierto que el de Marcelino es el equipo de moda en la Liga, y que salvo la derrota en Getafe, lleva una trayectoria inmaculada en la clasificación. Pero ese único borrón anima a los rivales. Y tiburones como el Atlético, el Madrid y el Sevilla huelen la sangre. Porque el ligero tropiezo del pasado domingo en el Coliseo deja la quinta plaza a solo tres puntos. El fútbol tiene esa grandeza. Pese a la brillante campaña del Valencia, la pelea por la Champions sigue viva.

En el plano deportivo, Marcelino no podrá contar con los lesionados Murillo, Garay y Guedes. Son tres de sus puntales importantes, parte de la columna vertebral del equipo. La ausencia del portugués escuece. Sobre todo cuando el equipo tiene que correr. Guedes es el desequilibrio en velocidad, y el Valencia le echa en falta para hacer daño al contragolpe. Andreas Pereira, otro de los futbolista de sangre caliente, debe asumir ese protagonismo por la banda.

La baja de los centrales deja al equipo en el alambre. La defensa está cogida con alfileres. Una nueva lesión, una expulsión... y todo puede saltar por los aires. Marcelino cruza los dedos por Paulista y Vezo. El técnico tiene previsto un Plan B en el caso de emergencia: Montoya. El lateral ya probó en esa posición tanto con Prandelli como con Voro. Y teniendo en el banquillo un recambio como Nacho Vidal para el carril, la opción no es descabellada.

El Celta llega a Mestalla crecido por ser el único equipo que le ha amargado la fiesta al Barça. Unzué, gran conocedor de la idiosincrasia blaugrana, supo plantear un partido perfecto en el Nou Camp. El Celta dio la campanada ante el líder y quiere hacerlo esta noche ante el Valencia, la revelación de la Liga.