Si de un número circense se tratara, el Valencia se expone esta noche en el Camp Nou a un triple salto mortal sin carpa.

El equipo de Marcelino García Toral visita a un FC Barcelona con números de época, en la ida de las semifinales de Copa, sin Murillo, Kondogbia, Guedes ni Garay, bajas por lesión. El técnico valencianista tuvo que forzar la desconvocatoria de Ferran Torres con la selección sub´19 para poder completar una citación de 18 jugadores.

Con todo en contra, con Leo Messi en una dimensión maradoniana, Marcelino anuncia que el Valencia planteará batalla en Barcelona: «Teníamos mucha ilusión y la seguimos teniendo por pasar esta eliminatoria y estar en una final. Nos tocó el peor equipo posible en el sorteo, el más en forma de Europa. No vamos a poder contar con el equipo como quisiéramos, con todos nuestros jugadores disponibles para este primer partido ante el Barça, hay bajas muy importantes. Pero disponemos del resto y vamos con el máximo ánimo e ilusión de llegar a la final».

No obstante, Marcelino evitaba lanzar un mensaje fatalista y naturalizó todas las contingencias: «Esto es el fútbol, tenemos que pasar por etapas en las que pueden pasar estas circunstancias de lesiones. Desde hace tiempo hay una zona, la defensa, muy castigada. Nos obligaba a ir rotando y colocar futbolistas en otras posiciones. Esperemos que los plazos de recuperación sean los más cortos posibles y el resto de la plantilla vamos a trabajar muy fuerte». «Desde la unión y el esfuerzo intentaremos maximizar el rendimiento», añadía.

Del mismo modo, el técnico siguió quitando trascendencia al tema arbitral, que en las últimas semanas ha desgastado mentalmente al vestuario: «No sé quién nos pitará, sinceramente. Le ubico la cara, pero no estoy pendiente de quién nos pita. Estamos muy pendientes de nuestro equipo y mucho también del rival, de cómo poder contrarrestarlo».

El plan del Valencia pasa por aguantar en defensa, con las líneas juntas e intentar lanzar contragolpes. Sin Guedes como catalizador, la producción ofensiva dependerá de la dirección de Parejo y del talento de Carlos Soler.

El canterano ha dejado atrás la larga pesadilla del esguince de tobillo y, aunque está recuperando ritmo, saldrá desde el inicio. «La situación nos obliga a utilizar lo que tenemos, aunque sería más conveniente que entrase progresivamente. Hoy está curado, preparado para repetir esfuerzos y su puesta a punto va a ser a medida que juegue partidos», reflexionaba ayer Marcelino al respecto.

Donde hay donde elegir es en la delantera. Zaza, Rodrigo, Santi Mina y Vietto están disponibles. Si las rotaciones siguen su curso habitual, Zaza y Vietto (que no puede jugar el domingo en el Metropolitano por la «cláusula del miedo») serán de la partida. La oportunidad es clave para los dos jugadores, con un escaso rendimiento en los últimos encuentros. Preocupa el caso del italiano, que parece inmerso en una de sus desconexiones mentales que se producen cuando no está a gusto.

En el resto del once, el multiusos Coquelin acompañará a Parejo y la duda reside en si en la banda izquierda. Marcelino repetirá la fórmula del doble lateral Lato-Gayà o renovará su fe, algo alicaída, en Andreas Pereira.

Sin rastro emocional del 7-0

A pesar de las dificultades y contratiempos, el Valencia se presenta con una resistencia emocional mayor que la del último precedente en semifinales de Copa entre los dos clubes, hace justo dos años, y que dejó como saldo un vergonzoso 7-0. Varios jugadores (Gayà, Rodrigo, Parejo, Jaume) siguen en el plantel.

Pero Marcelino no ve ningún trauma en el grupo: «Los jugadores no se acuerdan casi del partido ante el Madrid, seguro que no lo va a ser... Cada partido es diferente, es muy difícil que haya dos partidos iguales, ni contra el mismo rival en unos días. Va a ser difícil, pero estamos convencidos de que podemos generarles problemas, lo hicimos en Mestalla y estuvimos cerca de ganarles. No vamos a escatimar esfuerzos, ni nivel competitivo. No ha dejado de hacerlo este Valencia y mañana -por hoy para el lector- lo va a volver a hacer».

El Barcelona va con todo. Ernesto Valverde reservó en el partido contra el Alavés al termómetro del equipo, Sergio Busquets, y a los dos puñales por banda, como Jordi Alba y Sergi Roberto.