El Valencia regresará a la Liga de Campeones con un equipo rebosante de futuro. El equipo dirigido por Marcelino García Toral es uno de los conjuntos más jóvenes de todos los que, en este momento, se clasificarían para la máxima competición continental en las cinco grandes ligas de Europa. El «once» blanquinegro tiene una media de edad de 26'06. Solo otros tres equipos plantean una alineación más juvenil que la valencianista. Son el Bayer Leverkusen, con 24'36 años, el Olympique de Lyon, con 24'69, y el Liverpool, con 25'95 años, respectivamente.

El club de Mestalla ya tiene el molde asentado de un equipo del que el cuerpo técnico está convencido de que puede evolucionar competitivamente en el futuro. Se observa un buen margen de crecimiento potencial en jugadores como, por ejemplo, Kondogbia, Carlos Soler, Gayà, Toni Lato y Ferran Torres. Otros como Rodrigo, Parejo, Coquelin, Neto o Murillo, disfrutan del periodo de madurez de sus carreras.

Salto cualitativo

No obstante, la exigencia de la Liga de Campeones supondrá un salto cualitativo en la confección de la plantilla. No en número, porque Marcelino es partidario de planteles cortos para mantener activado motivacionalmente a todo el bloque, pero sí se deberá aumentar el talento. Dos son las prioridades urgentes. Un lateral derecho, demarcación en la que en este año han jugado hasta cuatro efectivos, y un delantero. El atacante será el fichaje estrella del mercado y Pablo Longoria, el nuevo jefe de la dirección deportiva, tendrá que refinar su olfato para contratar un delantero que ronde, como mucho, los 20 millones de euros. El club ya tiene decidido no ejecutar la opción de compra de Luciano Vietto.

Además, se pretende fichar a un par de extremos, en función de las posibilidades que haya de retener, durante una temporada más, a Gonçalo Guedes. Y no se descarta buscar un central que aumente la sólida competencia actual y mejore a Vezo.

Para potenciar la plantilla será imprescindible plantear ventas de futbolistas. El puzzle depende en una gran medida de la salida de Joao Cancelo, que ha reconducido su situación en el Inter, que dispone de una cláusula unilateral de compra de 35 millones de euros. Pero además, también se facilitará el traspaso de algún futbolista con buena situación de mercado (la entera plantilla se ha revalorizado), pero que el cuerpo técnico no considere intransferible.

Cabe recordar que el Valencia debe generar beneficios por valor de 45 millones de euros en el cierre del actual ejercicio. La única vía posible para cubrir esa obligación presupuestada es mediante la venta de futbolistas. Las contingencias de Bruselas y la investigación de la FIFA, así como el factor del Mundial, serán decisivos en la evolución del mercado.