Hace nueves meses, los índices reputacionales del Valencia habían caído en picado, purgaban las consecuencias de dos temporadas de decisiones frívolas, que llevaron al equipo al borde del descenso. Todo ello se tradujo en un descenso del prestigio de la entidad y del valor económico de la plantilla. En solo una temporada, con la dirección de Marcelino García Toral se han disparado de nuevo los activos del Valencia, con una plantilla prestigiada con el inminente regreso a la Liga de Campeones. En este breve intervalo, la cotización del primer equipo ha subido, según portales especializados como el observatorio suizo CIES, en 92 millones.
De los 176'4 millones que valía la plantilla en julio del año pasado, a los 268'4 de la actualidad. Un incremento conseguido sin una inversión desmesurada y potenciando la tasación de jugadores que ya estaban en la plantilla, como es el caso de Simone Zaza, Rodrigo Moreno, Carlos Soler o Santi Mina, principalmente. Una realidad que delata la contribución directa de Marcelino en una transformación que se refleja en un mayor nivel deportivo y en posibles grandes ventas en este verano.
El caché de Neto sube a las nubes
Neto Murara arriesgó por el Valencia. Abandonaba el cómodo cobijo a la sombra de Buffon en la Juventus para enrolarse en un proyecto incierto como el de Mestalla. Con sus actuaciones en el Valencia, Neto ha vuelto a sentirse apreciado y ha regresado a la selección brasileña a tiempo de poder ir al Mundial. De los 2'2 millones en los que estaba tasado en julio (el Valencia pagó 7 por su fichaje) ahora ha multiplicado su valor hasta los 15 millones. Jaume Doménech aprovechó su oportunidad en Copa y, pese a no jugar en Liga, su valor de mercado sigue en los 2 millones.
Los centrales notan las lesiones y los goles en contra
En la disparada cotización del Valencia, la única zona del campo que se ha resentido es la de los centrales. Sin duda ha influido la racha de goles en contra y derrotas de los meses de invierno, así como los periodos de inactividad debido a las lesiones. Murillo, con dos operaciones, se cotizaba a 20'8 millones en verano y ha descendido a los 12'3. La variación de Paulista es mínima, de los 19'7 millones a los 18'5 de la actualidad. Garay está tasado en 8 millones, respecto a los 9'9 de julio. Los laterales diestros, más criticados, suben. Montoya pasa de 3'1 a 6'6 millones y Nacho Vidal de 1'1 a 3'2 millones.
Rúben Vezo, utilizado también como carrilero, se revalorizó pasando de 2'3 a 5'5 millones. En el sector izquierdo, Gayà sube hasta los 14'3 y Toni Lato hasta los 7'9 millones. Este estudio está basado en el rendimiento deportivo, pero no computan otros factores como el nivel potencial que por juventud y calidad puede alcanzar un futbolista. El caso de Gayà es un claro ejemplo, ya que el Valencia trata de evitar que su cláusula, decreciente por contrato, baje a partir de este verano a los 30 millones de euros.
Carlos Soler sube enteros, a pesar de su larga lesión
En este análisis se han excluido a jugadores como Andreas Pereira o Gonçalo Guedes, en préstamo sin opciones de compra. Por lo que respecta al extremo portugués, el PSG podrá hacer caja porque su precio ha pasado de los 20'7 millones a los 44 de la actualidad. Carlos Soler también apunta alto. Su valor de 10'5 millones ha subido a los 31, que llegaron a ser 39 millones justo antes de quedarse apartado varias jornadas por lesión. Kondogbia es otro activo al alza. De 15'1 millones ha pasado a 25'1, justo los que pagará el Valencia por sus servicios. La lenta progresión de Maksimovic se ha visto recompensada con un incremento, de los 3'5 millones a los 5'6. La lesión de Coquelin, tras su fresca irrupción, ha frenado su precio en 11'7 millones.
Los preciados goles de Zaza y Rodrigo
Simone Zaza y Rodrigo Moreno comenzaron la temporada con un precio discreto, pero Marcelino confió en ellos como su delantera titular. Zaza, que no tiene clara su continuidad, vale 31 millones (18 más de lo que costaba en verano, 12'8). Su sequía goleadora en invierno bajó un precio que llegó a los 34'3 millones. Por contra, la ascensión de Rodrigo parece irresistible. CIES lo valora en 35 millones, 5 más de lo que costó en 2014, cuando se consideró un traspaso inflado. En la pasada temporada, su cotización era de 9'8. Junto con la llamada de la selección, se ha revalorizado en un 250 %. Santi Mina, en su mejor temporada en Mestalla, ha subido en 4'9 millones, de los 15'5 hasta los 20'4 de la actualidad: el doble de lo que se desembolsó por él.
