De "ensañamiento" y "vendetta" calificó ayer el catedrático Juan Rovira la eliminación del pirulí de 45 metros de altura de la Universidad Politécnica de Valencia que él creó hace cinco años y que la semana pasada aún estaba instalado en el campus de Vera hasta que una grúa lo desmontó y una pinza de demolición lo trituró.

El catedrático de Estructuras, que lleva desde 1970 ejerciendo en esta universidad, señaló ayer a Levante-EMV que ha puesto en manos de su abogado una posible denuncia contra la decisión del rectorado por considerar que "se causa un daño moral a mi reputación profesional".

Rovira asegura que no fue avisado por los responsables de la Politécnica que, para él, actuaron "con alevosía y nocturnidad" al proceder a la eliminación de esta torre en plenas vacaciones estivales, "aunque llevo aquí suficientes años y tengo muchos amigos que me lo comunicaron" comentó.

En su opinión, ha habido "ensañamiento" porque con la pinza de demolición "han destrozado" por completo la instalación. "No sé a dónde han ido a parar el barómetro y anemómetro que tenía, con un coste de 30.000 euros" se quejó. Según añadió, la pieza podía haberse colocado en algún otro lugar, polígono o centro universitario para proseguir con las investigaciones porque había personas interesadas.

En total, el desmontaje de este pirulí, que en 2003-04 tuvo un coste de 300.000 euros, ha supuesto un desembolso de entre 90.000 y 120.000 euros, afirmó el profesor.

En contra de lo que ayer explicó a este diario el vicerrector Juan Bautista Peiró de que la medida se había tomado por seguridad, porque la torre se balanceaba en días de viento, Rovira insiste en que se trata de "una vendetta de la ignorancia ya que en las elecciones a rector de este año yo apoyé la candidatura de Elías de los Reyes y no la de Juan Juliá. Poco se ha tardado en tener consecuencias" añadió el afectado.

Dolido, apenado y enfadado, este catedrático que, según apuntó, maneja unos 400.000 euros en convenios de investigación con empresas para la Politécnica también acusa de "envidiosos" a quienes han adoptado esta decisión porque su torre es "una referencia mundial que ha sido portada en revistas internacionales" según la documentación que mostró.

De hecho el pirulí, que era un referente para la ubicación de la Politécnica, estaba realizado por el proceso de pultrusión y trataba de experimentar los límites utilizando plásticos reforzados en proyectos de construcción.

La investigación se ha quedado inconclusa, a pesar del dinero invertido. "No me han dejado ni los diez años, aunque está claro que ha aguantado las fuertes rachas de viento, como las que hubo en febrero que derribaron árboles y cubiertas, pero la torre se mantuvo".

Del debate estético sólo comenta que "sí, hay a quien no le gusta y a otros muchos que sí".