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La estación medidora de la contaminación atmosférica de Nuevo Centro, la que registra los valores más altos de toda la ciudad, ha sido trasladada al Parque de Cabecera, un entorno alejado de los tubos de escape. Desde el cambio, realizado hace unas semanas, los registros han pasado de 100 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico a la mitad, acercándose al límite de 42 microgramos de la Directiva de Calidad del Aire.
No es la primera -ni la última- estación que la Concejalía de Sanidad aleja de las grandes vías de tráfico y reubica en zonas verdes. La de la avenida de Aragón fue trasladada hace un año al campus de la Politécnica. En 2002 la de la plaza de España se fue a Viveros. En unos meses, el ayuntamiento se llevará la estación de la calle Linares al bulevar Sur, junto al cementerio. Así, tres de las seis estaciones estarán en parques y una junto al cementerio.
La política de reubicación de aparatos medidores de la contaminación atmosférica obedece, según explicó la Concejalía de Sanidad, a la "adaptación a los criterios de la actual legislación comunitaria" que aconseja tener los puntos de medición "en zonas urbanas y suburbanas" y orientadas "al tráfico, a la contaminación de fondo y a la industria".
Para la concejal socialista Carmina del Río sólo se pretende esconder las cifras reales de la calidad del aire. Del Río, cuyo grupo sopesa llevar al fiscal el camuflaje de las estaciones, sugirió con ironía al gobierno local "que reubique la de Linares en el Parque del Oeste y la de Silla en el Parque Central y así termina con el problema". La concejala de la oposición acusó al PP de "jugar con la salud de los valencianos".
El CEAM avala el cambio de ubicación
La Red Automática de Vigilancia y Control de Calidad del Aire de Valencia empezó a funcionar en 1994 con la instalación de estaciones medidadoras en las zonas de gran concentración de tráfico (Nuevo Centro, calle Linares, Pista de Silla, avenida Aragón y plaza de España). Según informó ayer la concejalía de Sanidad, con el cambio de estaciones basado en un estudio del Centro de Estudios Ambientales (CEAM), la red de vigilancia pasará a estar constituida por tres estaciones de medición de la contaminación del tráfico -aunque una de ellas está en el Parque de Cabecera y otra en el cementerio- y otras tres que medirán la denominada "contaminación de fondo" ubicadas en la avenida de Francia (laboratorio municipal) , Viveros y la UPV.
