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La intervención del Ministerio de Cultura contra el plan urbanístico del Cabanyal ha sido, a juicio del ex conseller de Cultura Fernando Villalonga, pertinente. «Me parece bien la intervención porque lo que se pretende es derribar un Bien de Interés Cultural que la propia Generalitat protegió». «El patrimonio es de todos, no sólo de los valencianos».

Fernando Villalonga se mostró convencido de que la avenida de Blasco Ibáñez «tiene que sacarse al mar». Eso sí, defiende que se haga «conservando el barrio marinero y si es necesario trasladando los monumentos más importantes, como la lonja del Pescado, y las fachadas modernistas más importantes». Cabe recordar que en los inicios del plan especial, hace ahora doce años, la alcaldesa Rita Barberá prometió que trasladaría «piedra a piedra» la lonja centenaria.

Según Villalonga, «no sería el primer monumento que se traslada». «En Madrid está el templo de Debod y en Buenos Aires se trasladaron edificios enteros cuando se abrió la avenida Nueve de Octubre». El templo egipcio de Debod fue regalado al Gobierno español en 1968 en agradecimiento a la salvaguarda de los templos de Abu Simbel. El templo viajó a el puerto de Alejandría, y de allí llegó a Valencia el 18 de junio de 1970, desde donde viajó a Madrid para su recomposición.

Al actual cónsul de España en Nueva York le preocupa el futuro del barrio marinero así como el del jardín de Monforte, otra agresión patrimonial «intolerable»por parte del Ayuntamiento de Valencia. Villalonga, como ha publicado este diario, se opone frontalmente al derribo del muro del jardín histórico promovido por el consistorio.