La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, cuyo gabinete ha ordenado la paralización del plan del Cabanyal del Ayuntamiento de Valencia, realizó ayer una visita sorpresa al barrio tras aceptar una invitación de la agrupación vecinal Salvem el Cabanyal. Pero si esta presencia era inesperada no menos lo fue la de nueve concejales populares del consistorio, que se presentaron en el lugar con la intención de acompañar a la representante del Gobierno central en su paseo por el barrio así como criticar que hubiese declinado la invitación el día anterior de la alcaldesa Rita Barberá.

La ministra, que había estado por la mañana en el "V Encuentro de mujeres por un mundo mejor", estuvo acompañada a su llegada por representantes de Salvem el Cabanyal; el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, la portavoz del grupo socialista municipal, Carmen Alborch, el secretario general del PSPV en el Ayuntamiento, Salvador Broseta; así como el delegado del Gobierno, Ricardo Peralta.

La comitiva llegó a un conocido local de restauración de la calle José Benlliure donde González-Sinde tuvo una reunión con los miembros de la plataforma vecinal, quienes le trasladaron sus reivindicaciones, su visión del barrio y le regalaron tres publicaciones sobre el Cabanyal. Mientras, fuera llegaron los ediles del PP Jorge Bellver, Miquel Dominguez, Alfonso Novo, Silvestre Senent, Francisco Lledó, Emilio del Toro, Beatriz Simón y Lourdes Bernal. Fue el concejal de Urbanismo, Jorge Bellver quien trasladó a la prensa la razón de la presencia de los populares.

Explicó que acudían para acompañar a la ministra en su paseo por el barrio, expresar su opinión y "mostrar nuestro absoluto desconsuelo" porque "a una petición de la alcaldesa de Valencia y de un colectivo vecinal que está a favor de este proyecto se desoigan y que una petición de Salvem el Cabanyal haya tenido inmediatamente una respuesta". Más tarde señalaría que lo que había hecho la ministra era "despreciar" a la alcaldesa y a los ciudadanos que están de acuerdo con el plan.

Los populares en la comitiva

Del interior del local salió Carmen Alborch para averiguar qué pasaba y hablar con los ediles. Hubo algún momento de tensión como el que protagonizó un vecino que invitó a Miquel Dominguez a "pasear" con la plataforma vecinal, ya comentaba que el edil se había negado a dialogar antes con ellos. Domínguez escuchó callado a este vecino y prefirió evitar un posible enfrentamiento verbal.

A su salida de la reunión, la ministra de Cultura saludó a cada uno de los concejales, quienes finalmente se unieron a la comitiva, que recorrió un tramo de la calle Benlliure y acabó viendo el solar de una casa derribada.