Las alertas volvieron a saltar ayer en el barrio del Cabanyal cuando a primera hora de la mañana un grupo de operarios de una empresa de derribos entró en uno de los inmuebles de la zona Bien de Interés Cultural y empezó a arrancar azulejos y carpintería del interior. El edificio estaba a punto de ser adquirido y escriturado a nombre de Cabanyal 2010, la empresa pública que ejecutar el plan especial. El dueño decidió, antes de entregar las llaves, llevarse todos los materiales de valor del inmueble (carpinterías, azulejos, pavimentos, etc...). Según la versión que el propietario dio a los "salvem", los responsables de Cabanyal 2010 le habrían animado a llevarse lo que quisiera de la casa porque "se iba a derribar", extremo que Cabanyal 2010 negó ayer.

La presidenta de Salvem el Cabanyal, Maribel Doménech, y un grupo de vecinos advirtieron al dueño y a los operarios de que estaban cometiendo una ilegalidad. Le explicaron que había una orden ministerial de suspensión del plan especial en el conjunto histórico, avalada por el Tribunal Constitucional y por el pleno municipal. Un portavoz de Cabanyal 2010 confirmó la compra del inmueble sobre el que, de momento ,no se va a actuar en espera de que se resuelvan los conflictos judiciales pendientes.

El portavoz de la empresa se desmarcó del amago de expolio. Es más, apuntó que no es la primera vez que sufren "agresiones" a sus propiedades, que las denuncian pero no sirve de mucho. Esta semana, tras la visita de la ministra de Cultura al barrio, se han registrado dos intentos de expolio de casas del conjunto histórico, la de ayer en la calle de la Reina y otra anterior en Vidal de Canelles, ambas de Cabanyal 2010.

Ante la presencia de la Policía Nacional que, alertada por los salvem, se personó de inmediato en la zona, la empresa de derribos cesó las obras.