En los centros de acogida de animales de Valencia, entre el centro de Benimàmet y el refugio de San Antonio de Benagéber, se contabilizan 800 entre perros y gatos. Se trata de antiguas mascotas cuyos propietarios, posiblemente con dificultad para atender las necesidades de los animales, han decido abandonar. Ahora, aprovechando las fechas navideñas, la Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas (Svpap) confía en que las adopciones den a estos perros y gatos una segunda oportunidad.

Yolanda Climent, responsable de comunicación de la Svapp, subraya la importancia que tienen las adopciones en la labor de esta organización, que funciona sobretodo gracias a la labor de las personas voluntarias y las pequeñas donaciones, pero advierte de la necesidad de una adopción responsable. Así, antes de adoptar a un animal de compañía, para Climent la familia debe asumir un compromiso de responsabilizarse del animal durante el tiempo que haga falta mediante un consenso en el que intervenga toda la familia y que la mascota no sea un capricho temporal.

También hay que tener en cuenta los condicionantes que pueden afectar al animal, como el espacio donde se vive (si es un piso o se dispone de espacio abierto), la situación económica (se deben prever gastos en comida o veterinaria) y situaciones como los viajes vacacionales. Además, Climent, recalcó el papel pedagógico que tienen las mascotas en los niños, ya que en sentir que una vida depende de ellos, adquieren responsabilidades.

Castigados por la crisis

Los animales de compañía tampoco son ajenos a la crisis. La situación económica afecta a la hora de abandonar a un animal, tal como afirma Climent, "la gente antes se lo pensaba más a la hora de abandonar a su mascota, ahora se ven empujados por la necesidad". En consecuencia, el centro de acogida y el refugio de la Svpap han registrado un aumento de animales en estos últimos años. Además, las colaboraciones en la sociedad se han reducido en un 50%, y el ayuntamiento ha recortado la financiación y eliminado programas, como el Plan de esterilización felina, que ahora la protectora desarrolla con sus propios recursos.

Pese todo esto, la situación económica también puede tener efectos positivos para la adopción de animales. Y es que la Svpap mantiene desde hace años una campaña de adopción frente a la compra de animales de compañía, donde al componente ético se le añade un fuerte argumento económico: "mientras comprar un animal cuesta solo en vacunas, chip y operaciones más de 200 euros, la adopción son 45 euros".