Por si a la zozobra y la preocupación provocada por qué será de él en junio, cuando salga de las aulas y se una al cada vez más yermo mercado laboral, no fuera bastante, cada universitario valenciano se plantea en septiembre que tiene que empezar a ahorrar. Por delante le queda el último curso de su grado o carrera, lo que sabe que supondrá un desembolso elevado. Concretamente, cada alumno se gastará unos 2.000 euros en los diferentes actos conmemorativos que se celebran el último año. La orla, el viaje de fin de carrera, la ropa para la graduación, la cena de gala... Todo ello conforma un año para recordar cuyos preparativos, sin embargo, no viven alejados de la crisis: año tras año, los universitarios intentan ahorrar para gastarse menos dinero.

Todo comienza muy pronto, antes de Navidad. Las clases de los últimos cursos buscan primero lo que saben que es más caro y lo que, además, saben que pueden encontrar ligeramente más barato si lo contratan con antelación: el viaje de fin de carrera. Normalmente, los universitarios deciden subirse a un avión, pasar ocho horas volando y aterrizar en un paraíso tropical. Punta Cana, Riviera Maya o Cuba son los destinos preferidos, seguidos de cerca por Nueva York. Este tipo de viajes cuestan entre 1.200 y 1.500 euros. Sin embargo, cada vez son más los que buscan alternativas más económicas para intentar que el gasto de la graduación no se dispare. Ganan entonces enteros opciones como un viaje en Interraíl por Europa o la visita a capitales como Praga o Viena, que salen más baratas que el vuelo transoceánico.

Después llega la orla. Los universitarios intentan retrasar el momento de hacerse la foto de la orla por dos motivos. Primero, para que la imagen sea lo más acutal posible. Y segundo, y no menos importante, para intentar que en la fotografía aparezca el moreno caribeño conseguido tras el viaje de graduación. El sitio preferido por los universitarios de Valencia, sin importar el centro de donde provengan, es Lumer, en la calle Ribera, que se ha especializado en este tipo de encargos y ofrece las fotografías a un precio que ronda los 30 euros. Normalmente, las orlas impresas se recogen meses después. Además, en ocasiones se contratan vídeos de la cena de gala.

Para ese momento toca tirar de nuevo de ahorros. Tanto hombres como mujeres suelen visitar las tiendas de ropa para conseguir vestidos o trajes de gala. Aunque cada vez más, de nuevo por la crisis, los alumnos intentan reutilizar ropa que tengan en casa, en ocasiones resulta imprescindible visitar las tiendas. Los precios oscilan entre los 150 y los 700 euros. A este coste hay que sumar la peluquería, el maquillaje, los complementos... La factura sube más para las chicas.

Finalmente, el último desembolso corresponde a la cena de gala. Se contrata tanto el banquete en sí como la fiesta posterior. Por un precio que puede rondar los 80 euros, los universitarios tienen la cena, barra libre y acceso a una discoteca o discomóvil en el mismo lugar del banquete. Además, si el restaurante está lejos de Valencia, en el precio va incluido el traslado al lugar en cuestión.

Otro gasto que depende mucho del alumno es la comida familiar. Muchos estudiantes deciden realizar una comida con los familiares cercanos el mismo día de la graduación para celebrar la efeméride. Se eligen buenos restaurantes, aunque la cuenta la suelen pagar los padres como regalo de graduación. Sea como sea, lo cierto es que los alumnos que acaban la carrera se despiden del mundo universitario con unos 2.000 euros en el bolsillo para hacer su último año inolvidable.

Entre 100 y 700 euros para el vestido

Uno de los principales aspectos de la graduación es el vestido o el traje, dependiendo del sexo. El coste varía también. Mientras que una alumna se gasta entre los 100 y los 400 euros en el vestido, en los alumnos el precio es más fijo: comprar un traje cuesta unos 150 euros. La mayoría de los estudiantes acuden a distintos locales antes de elegir el atuendo perfecto. No usan prendas hechas a medida, sino más bien lo que encuentren en las tiendas y les guste. Además, en el caso de las mujeres, es habitual que el vestido de la graduación €normalmente por la mañana o la tarde€ sea distinto al que se lleva en la conocida como cena de gala. Eso obliga, en ocasiones, a visitar de nuevo la tienda para hacerse con otro vestido diferente. Es decir, más gasto. Por si esto fuera poco, la peluquería, el maquillaje y los complementos encarece el coste del atuendo para las alumnas. Así las cosas, en su graduación una mujer puede gastarse unos 700 euros, según fuentes consultadas. Ese dinero incluye los vestidos, el peinado, el maquillaje y los complementos €bolsos, pulseras, zapatos, etcétera€. Para un hombre sale más barato tanto vestirse como pasar por la peluquería. Así, las cantidades rondan entre los 150 y los 700 euros, aunque los gastos bajan año tras año y se buscan rebajas o vestidos de segunda mano para reducir el gasto en el atuendo del día de la graduación. A ese coste hay que sumarle la compra de ropa para el viaje de fin de carrera, que se celebra a finales de abril. Á. S. valencia

Treinta euros para el nombre y la foto

En la factura de la graduación lo más barato es la orla. El estudio Lumer, en la calle Ribera, se ha especializado en este tipo de trabajos y realiza cada año miles de fotografías. En el local, de hecho, hay togas de distintos tipos, birretes, corbatas, camisas... todo lo necesario para que salga la fotografía salga perfecta. Los precios, tal como explica Tano, gerente de Lumer, están entre 15 y 40 euros, con un coste medio de 30 euros, «dependiendo de lo que se pida». Lumer ofrece, además de la típica orla con sus fotografías extra de distintos tamaños, otros productos como anuarios, vídeos de la cena de gala... que encarecen el precio final de la orla. En estas fechas, ya no hay trabajo de este tipo en Lumer, porque los universitarios se hacen las fotos, normalmente, durante los meses de marzo o abril. Sin embargo, cada vez son más los que retrasan el momento por varias razones, entre ellas, para intentar que la imagen que aparezca en la orla y que les permitirá recordar a sus compañeros de clase durante toda la vida sea lo más actual posible. Además, muchos alumnos prefieren hacerse las fotos después del viaje para mostrar el aspecto conseguido tras varias horas tumbados al sol caribeño. Lumer tiene una larga tradición en este tipo de trabajos y, por tanto, un prestigio ganado desde principios de la década de los años 40. «Nosotros hicimos la primera promoción de Medicina que salió después de la guerra», explica Tano. Á. S. valencia

A la otra punta del mundo por 1.500 €

Uno de los momentos más esperados del último curso de carrera es el viaje. Se trata de un viaje excepcional, que quizá nunca se vuelva a hacer, y se lleva buena parte del coste total de la graduación. Aunque el viaje se realiza casi un mes antes del acto de graduación, forma parte de las cuentas que todo universtario debe hacer en septiembre de su último año. Las agencias organizan ofertas especiales para los viajes de fin de carrera. Así, los destinos preferidos son el Caribe €Punta Cana, Riviera Maya o Cuba€, en busca de la ansiada «pulserita» que dé acceso total a los restaurantes y los bares de complejos de lujo que basan buena parte de la facturación en estos viajes organizados, o grandes ciudades como Nueva York. El coste, por tanto, es superior a los 1.000 euros. Por 1.100 ó 1.200 euros se puede contratar un viaje de estas características, que incluye traslados de ida y vuelta a Madrid, desde donde se coge el avión, y al hotel, así como el «todo incluido» en los complejos. Fuera del precio quedan las tasas de aeropuerto €unos 120 euros€, las excursiones, que se pueden comprar en España o en el hotel de destino, y los recuerdos para familia y amigos. Cada vez más, sin embargo, los estudiantes prefieren optar por viajes de bajo coste, como el Interraíl, para reducir en casi 1.000 euros el coste total de la graduación. Sin embargo, la mayoría opta por cruzar el Atlántico y tumbarse en las playas caribeñas. Á. S. valencia