El aeropuerto de Manises cuenta con una parada de taxis —con capacidad para unos 150 vehículos— ubicada a la otra parte de la terminal, junto a la carretera de Riba-roja. La zona linda con un descampado y cuenta, además, con un bar y zona cubierta para estacionar los vehículos. La parada de taxis no está a la vista de los usuarios —ya que se accede por un vial interior del aeropuerto— pero, desde el pasado lunes, la zona desprende un olor «insoportable». Así lo aseguran los propios taxistas que, eso sí, no se sorprenden del mal olor ya que saben, perfectamente, el porqué del mismo. Y es que, desde que el bar cerró al público el pasado domingo, los taxistas se han quedado sin un lugar donde hacer sus necesidades. La teoría invita a ir hasta la terminal del aeropuerto, pero al parecer, la práctica es bien diferente.

«Aquí nadie está dispuesto a atravesar los viales e ir hasta los baños del aeropuerto para mear. Y si alguien dice lo contrario, miente. Cuando el bar estaba abierto no había problemas, pero ahora la gente se acerca al descampado y hace sus cosas. Y si nadie les ve, ya ni te cuento. Esta zona es una auténtica guarrada», explica a Levante-EMV uno de los taxistas que se encontraban estacionados en la parada. De hecho, el fuerte olor no se puede disimular de ninguna manera.

Mensajes en las paredes

Es más, la práctica de orinar en el descampado a pesar de tener servicios públicos en el bar no era algo inusual. Prueba de ello es una de las pintadas existentes en un muro y que han realizado los propios usuarios de la parada de taxis, que pasan largos ratos en este lugar. «Hay mucho guarro por aquí, pero para los que no lo somos tanto pedimos, por lo menos, que limpien esta zona —que está llena de papeles, basura y porquería— y nos instalen unos urinarios portátiles hasta que finalicen las obras», añadieron. Y es que, por si fuera poco, las altas temperaturas potencian el fuerte olor.

Desde aeropuertos AENA aseguraron ayer que el problema tiene los días contados. Y es que los operarios trabajan con rapidez para habilitar, al menos, uno de los baños públicos que está siendo reformado tras un cambio en la gerencia. Sin embargo, desde la empresa recalcaron que fueron los propios taxistas los que solicitaron un espacio (el bar) y contrataron a una persona para que lo regentara. «Hace dos años pidieron al director que echaran al gerente del bar, pero desde AENA nada se podía hacer aunque es propietaria del local. El pasado domingo finalizó el contrato y AENA está haciendo ahora lo que han pedido los taxistas: reconvertir el bar en un local con máquinas expendedoras, y mesas y sillas. En una semana uno de los baños estará disponible, pero desde AENA no podemos hacer más».