El concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, se comprometió ayer a instancias del grupo Esquera Unida a adecentar y asfaltar la Volta del Rossinyol, una calle que espera desde hace casi dos décadas un proyecto integral de regeneración urbanística. Será una actuación, en todo caso, superficial mientras se espera un acuerdo con el Ministerio de Cultura para acometer la urbanización del entorno. El Ayuntamiento de Valencia exige que el Gobierno pague esta actuación en compensación por los terrenos cedidos por la ciudad para ampliar la pinacoteca.

La falta de acuerdo y las idas y venidas con el proyecto de ampliación han agravado la degradación que sufre el entorno del museo y la Volta del Rossinyol, una calle de origen medieval, que en la actualidad es un callejón que acaba en un solar sin asfaltar y lleno de baches, rodeado de solares pendientes de expropiar y casas en ruina ocupadas. Los vecinos también se quejan del aparcamiento sin control vinculado a un almacén de ropa y muebles de segunda mano. La reurbanización también incluye la apertura de la calle Pintor Genaro Lahuerta.