Los "misteris" eran teatrillos que de manera clara, sencilla, didáctica y pedagógica intentaban explicar a la población, en su inmensa mayoría analfabeta, los misterios de la Biblia. Las representaciones de misterios estaban muy de moda en los territorios de la Corona de Aragón.

No son propiamente dramas litúrgicos y derivan de las antiguas representaciones que eclesiásticos hacían dentro de los templos. Para Hermenegildo Corbató, profesor de la Universidad de Berkeley (California, Estados Unidos), "son el lazo de unión entre el teatro sagrado y el profano. En Valencia, a diferencia de otras partes, el que fueran representados solamente en la procesión del Corpus impidió que evolucionaran hacia la comedia, pues ésta no hubiera estado en consonancia con la dignidad y reverencia del cortejo eucarístico. En Francia e Inglaterra (como en la Europa medieval) donde los misterios salieron del templo o de las funciones religiosas y pasaron al teatro o al mercado público, participaron más de las cualidades del teatro profano, los misterios, degenerados, murieron allí de propia debilidad, como murieron más tarde los autos sacramentales en España, por falta de los principios vitales de seriedad y dignidad. No sucedió así en Valencia, dejando al teatro profano que se marchara y evolucionara por sus cauces propios, se mantuvieron los misterios en una inmutabilidad y consistencia que les aseguró la vida por mucho tiempo".

Aunque por el lenguaje empleado, los Misterios de Corpus de Valencia datan del último tercio del siglo XV, no es de descartar que fueran mucho más antiguos, pues es sabido y está documentado que, anteriormente a la primera procesión de Corpus valenciana, ya se representaba este tipo de obras en el interior de la Catedral y en su origen en latín. Incluso estos dramas religiosos llegaron a estar incorporados al breviario valentino, del que fueron separados.

En 1402, es la primera vez que está documentada la representación de "misteris" de Corpus en la plaza pública, con motivo de la entrada en Valencia del rey Martín el Humano y la reina de Sicilia. Fue precisamente en la plaza de la Seo, hoy plaza de la Virgen. Los "misteris" escenificados fueron "Parahis terrenal", "Bellem", "San Cheroni", "San Jordi", "San Vicent", "San Sebastian", "Lo devallament de la Creu", "Lo Juhi", "Lo Te Deum", "La cena" y "Los sants pares, Adam i Eva".

Constancia documental de que los misteris se representaran en la misma procesión hay ya en el siglo XVI. Eran ordinarios los representados sobre las Rocas y otros extraordinarios de peu en la procesión. De toda la larga lista de "misteris" del Corpus de Valencia sólo han llegado sus textos hasta nosotros el de "Sant Cristofol i Pelegrins", "Adam i Eva" y el del Portalet, "vulgo de la Degolla" o del rey Herodes.

El "misteri" de Adam i Eva era el más importante y por ello se representaba frente a la antigua Casa de la Ciutat, junto a la Generalitat, sobre la Roca del Paradís Terrenal o de la Trinitat. Franciscanos, dominicos y agustinos rivalizaban en pleno siglo XV por conseguir cada uno el mejor misteri o entrames. En muchas ocasiones se les subvencionaba a los religiosos desde el Consell de la Ciutat esta actividad. Los "misteris" estaban redactados siempre en lengua valenciana que se hablaba y escribía en los siglos XV y XVI.