La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, está dispuesta a desplegar la artillería pesada para que el nuevo toldo de la Basílica se use y amenazó con poner unos postes desmontables lo más cerca posible de las fachadas para poder anclar el mecanismo que protege a las multitudes del sol en distintos actos festivos. Así lo advirtió ayer la regidora quien informó, en la rueda de prensa posterior a la junta de gobierno, de que los vecinos de la plaza de la Virgen habían pedido licencia de obras para quitar de su finca los anclajes y poleas que permiten desde hace décadas desplegar el toldo.

Barberá no ocultó su enfado ante la decisión de los vecinos de quitar los anclajes. "Esa es la respuesta a mi petición de diálogo", recalcó en alusión a las cartas personalizadas que envió esta semana a los afectados intentando retomar el diálogo para desbloquear la utilización del toldo.

La alcaldesa hizo estas declaraciones antes de conocer que los vecinos habían mandado otra carta en la que aceptan reunirse con ella para dialogar. Tras conocer la existencia del escrito la alcaldesa aclaró a los medios que habrá diálogo si bien advirtió de que el ayuntamiento seguirá trabajando en las "alternativas" para poder desplegar el toldo.

La alcaldesa manifestó su voluntad de no llegar a los tribunales, pero advirtió de con o sin acuerdo con los vecinos "toldo habrá". Barberá explicó que "hay alternativas" y que "en caso de que no se avengan", se plantearán poner unos postes desmontables frente a la fachada de la citada finca "lo más cerca" que se permita de las casas, destacó.

El ayuntamiento, como se ha publicado, ha invertido 300.000 euros en renovar el mecanismo que da sombra en la plaza de la Virgen. La alcaldesa recalcó esta semana que el toldo es más ligero y fácil de mover, sin embargo los vecinos son reacios a autorizar de nuevo el anclaje dados los graves daños y las grietas que, según aseguran, ha provocado el uso del toldo en sus viviendas.

"Más vale que haya acuerdo"

Según explicó ayer la alcaldesa "es muy probable que nos asista el derecho" por lo que "más vale que lleguemos a un acuerdo", advirtió. La regidora mostró portadas de los periódicos valencianos del año 1966 en las que se ve que el toldo ya estaba en la Procesión del Corpus. Leyó además parte del convenio suscrito en su día para el anclaje del toldo y que -a juicio del consistorio- crea una servidumbre derivada de un interés público municipal.

La documentación esgrimida ayer por la alcaldesa evidenciaría que "cuando los vecinos compraron sus pisos, ya estaban los anclajes puestos en los pilares". Los soportes fueron cambiados de lugar en 1984. Los vecinos aprovecharon la reciente reparación del toldo para plantarse ante el ayuntamiento y negarse a que el toldo vuelva a dañar su propiedad.