La sala de lectura de Trinitat, que costó más de 300.000 euros del Plan Zapatero y que desde que se terminó hace dos años sólo ha acogido una colonia de gatos desalojada este mismo fin de semana, seguirá cerrada al público por falta de presupuesto del ayuntamiento para afrontar los gastos que generaría su puesta en funcionamiento. Así lo aseguraron fuentes municipales, que no descartaron, no obstante, la posibilidad de que entre dentro de los presupuestos de 2014. En Valencia hay al menos media docena de edificios construidos con el Plan E que no tienen actividad por falta de dinero, entre ellos el antiguo balneario Mar Azul, el polideportivo de la Cros, el centro social de la calle Salavert o Jubiocio. Más de 18 millones de euros se gastaron en estos edificios.

En principio, la sala de lectura (biblioteca) de Trinitat se vio bloqueada, según argumentó el Ayuntamiento de Valencia, por el conflicto de la ampliación del Museo de Bellas Artes San Pio V. Levantada en los terrenos que dejó el antiguo zoológico, junto a Viveros, se estaba pendiente de la permuta de la parcela por la que tiene su acceso, pero una vez suspendida esa ampliación, ese escollo urbanístico ha desaparecido. Tampoco hay ningún impedimento para abrir un acceso por la calle Pintor Genaro Lahuerta, donde ya hay una puerta en la verja que rodea todo el parque de Viveros.

El problema es simplemente de dinero. El Ayuntamiento de Valencia no dispone de presupuesto, o al menos no es una prioridad, para dotar de material esta biblioteca, poner personal a su cuidado y asumir el gasto corriente que generaría, dijeron fuentes municipales. Cabe la posibilidad de que esta nueva dotación pública se incluya dentro de los presupuestos municipales de 2014, pero a día de hoy eso es una incógnita.

Esta biblioteca se construyó con fondos del Plan E o Plan Zapatero, entre los años 2009 y 2010 con una inversión de 330.000 euros. La idea era completar el servicio de bibliotecas de la ciudad de Valencia aprovechando la pastilla de terreno que dejó libre el antiguo zoológico tras la apertura del Bioparc. Su construcción, como todas las obras del Plan E, fue una decisión del ayuntamiento de Valencia, que luego, sin embargo, no ha podido darle continuidad al proyecto abriéndolo al público.

Durante los dos años que lleva cerrado el edificio ha sufrido asaltos y saqueos que han obligado al ayuntamiento a retirar todo el material que había en su interior. Y el abandono ha llegado a tal extremo que allí se había instalado, al parecer con el visto bueno de los responsables de Viveros, una colonia de gatos poco acorde con el espíritu de la obra. Tal es así que nada más publicar la noticia este periódico, los servicios municipales procedieron al desalojo de los felinos y a la limpieza del recinto.