«El arroz pulido no tiene sabor, se empapa del sabor de la cultura que lo cocina, sin dejar de ser arroz». Así reza una de las conclusiones finales de la exposición «El Arroz, identidad universal», inaugurada ayer en el Museu d'Història de València. La muestra, impulsada por el Ayuntamiento de Valencia a través del Centro de Apoyo a la Inmigración (CAI), permanecerá abierta en la sala multiusos del centro hasta el próximo 9 de enero. Hasta entonces, los visitantes podrán contemplar diversas herramientas de cultivo, así como paneles explicativos con imágenes, textos y audiovisuales que recrearán la botánica, el paisaje, las leyendas sobre el cereal, su diáspora histórica y los usos y costumbres ligados, tradicionalmente, a este alimento.

Todo ello germina en una profunda reflexión sobre la diversidad cultural que presentan las sociedades del mundo. Un fenómeno reflejado en las diferentes particularidades que el arroz ha aportado a la identidad de cada pueblo, no sólo en su gastronomía.

Además, la exposición desvela algunas curiosidades sobre el cereal, como por ejemplo, el doble origen etimológico de la palabra «paella». Al parecer, el término proviene de la «padella» italiana, que significa sartén, pero también se cree que ha influido el vocablo árabe «Ba ella», que se refiere a «granos con verdura y carne». A su vez, se subraya que en algunos rincones de África se necesitan 5.000 litros de agua para obtener un kilo de arroz, y que el 90% de los arrozales se concentran en los países de Asia.

El «contagio» cultural

La concejala de Bienestar Social e Integración, Ana Albert, y la concejala de Cultura, María Irene Beneyto, presidieron ayer la inauguración de la muestra, que forma parte de la celebración del Día Internacional de la Tolerancia, 16 de noviembre. El director del CAI, Jesús Yébenes, indicó que la exposición tiene la voluntad de «poner en valor la diversidad cultural en torno a este alimento, y conocer cómo los patrones culturales propios han devenido en lo que son a través de contactos y contagios culturares a lo largo de la historia. La inmigración es uno de esos factores de contagio», indicó.