La adaptación del gobierno de Rita Barberá para ajustar el Pepri del Cabanyal a la orden ministerial de expolio y desbloquear las licencias en el barrio mantiene la prolongación de la avenida pero reduce el frente de derribos de 107 a 60 metros. Se mantiene una avenida de 48 metros de ancho y se ajustan las alineaciones en los bordes respetando la trama de las calles Pescadores y Amparo Guillem. Se reducen las alturas de cinco a tres y se elimina el seto central. Según el PP, se reduce en un 35 % los inmuebles a derribar en la zona BIC. Se salva la lonja de pescadores.