El Ayuntamiento de Valencia trabaja en unos presupuestos para 2015 marcados por la necesidad de pagar deuda y la consiguiente congelación de las inversiones. Con las cifras de paro en lo más alto y con una presumible recuperación económica a la vista, el consistorio vuelve a apostar por la austeridad, ciñéndose al mantenimiento de los servicios existentes. «Las inversiones luego hay que mantenerlas y eso es gasto corriente», dijo el concejal de Hacienda Silvestre Senent para justificar esta decisión.

De forma general, Senent explicó que los presupuestos del año que viene crecerán «entre dos y tres puntos» respecto a los del año pasado, que fueron de 730 millones de euros. Y una de las partidas más importantes será el pago de la deuda bancaria, en la línea, dijo, de lo que ha ocurrido este año, que empezó en 875 millones de euros (un 122% de los ingresos) y terminará previsiblemente en 784 millones, un 105%, por debajo ya del 110% legal. Es decir, se habrán amortizado más de 90 millones de euros en un año, siguiendo así las directrices de los planes de ajuste y austeridad impuestos por el Gobierno central a aquellos ayuntamientos a los que tuvo que prestarles dinero para pagar a los proveedores. 183 millones recibió el Ayuntamiento de Valencia.

Esa obligación con los bancos hace que el resto de partidas se resientan y si, como dijo el concejal Silvestre Senent, en los presupuestos de este año se garantizan todos los servicios municipales, la gran damnificada es la partida de inversiones, cuyo aumento reclama precisamente toda la oposición para luchar contra el paro. Senent dijo que ese capítulo se quedará aproximadamente como el año pasado, es decir, en torno a los 30 millones de euros.

«Las inversiones luego hay que mantenerlas y eso es gasto corriente», advirtió el concejal, quien también considera positivo abonar deuda por el ahorro de intereses bancarios.

La Generalitat paga

A falta de cerrar los detalles de las cuentas de 2014, el responsable de Hacienda del Ayuntamiento de Valencia anunció algunas medidas positivas para el capítulo de ingresos. Por ejemplo, la Generalitat Valenciana ha pagado 1,8 millones que debía del Impuesto de Bienes Inmuebles y se ha puesto un plan específico para cobrar a los bancos los 400.000 euros que deben al consistorio. Por otro lado, de la Participación en los Impuestos del Estado (PIE) de 2012 el Gobierno les ha ingresado 12 millones de euros más. Y en estos momentos el ayuntamiento negocia con la Generalitat un convenio largamente anunciado para cobrar las multas de tráfico a los residentes en la Comunitat Valenciana.

Del lado contrario, aseguró que por resolución de la Unión Europea y de juzgados españoles, el ayuntamiento no podrá cobrar tasas de ocupación a las empresas de telefonía, con lo que han tenido que renunciar al cobro de 10 millones de euros.

Rechazo de la oposición

Tras hacer públicos estos primeros perfiles del presupuesto de 2015, tanto el PSPV como Esquerra Unida denunciaron que las cuentas de Valencia siguen «limitando la inversión» y «no mantienen el mismo nivel de calidad de los servicios» municipales.

El concejal socialista Pedro Sánchez explicó que la austeridad en los presupuestos del consistorio se debe a una autolimitación en materia de inversión hasta 2016, aprobada por el propio Partido Popular en el marco presupuestario 2014-2016.

Sánchez recordó que, mientras entre los años 2003 y 2010 «el presupuesto municipal para inversiones estuvo en una media anual de 66 millones de euros», en 2011 se redujo a 14 millones y desde 2012 hasta este año el promedio ha estado en 32.

Por su parte, la concejala de Esquerra Unida Rosa Albert ha pedido al Ayuntamiento de Valencia que aplique las políticas de austeridad «a los bancos y no a la ciudadanía».

En su opinión, a lo único que han llevado esas políticas de recortes ha sido a «una dualidad muy importante entre los barrios más céntricos y los periféricos». En concreto, Albert recrimina que no se haya mantenido el mismo nivel de calidad de los servicios, algo que «se puede observar tanto a nivel de limpieza como de mantenimiento de equipamientos e infraestructuras».