El Gobierno central se comprometió ayer con los integrantes del Consorcio Valencia 2007, gestor de la Marina Real, a estudiar una reestructuración de la deuda que permita a la entidad trabajar con mayor desahogo. Se trata de «refinanciar o asumir» el crédito de 400 millones concedido por el Instituto de Crédito Oficia para construir las instalaciones de la Copa del América, en definitiva, «reestructurar» la deuda de una forma «definitiva», dijo la alcaldesa de Valencia, Rita Barbera, quien explicó que todo se hará en base a la capacidad de negocio de la propia marina.

Barberá se pronunció en estos términos al finalizar la reunión celebrada ayer por videoconferencia con el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta. El objetivo era aprobar los presupuestos del consorcio para el año que viene y necesariamente tenía que hablarse del crédito ICO, que condiciona todos los balances.

Según explicó, el acuerdo alcanzado ayer permitirá estudiar las expectativas de negocio de la Marina Real y de acuerdo con esas previsiones tomar una decisión respecto al crédito, decisión que puede ser o bien «refinanciar» o buen «asumir». Sea cual sea la decisión, luego será llevada a la próxima Comisión de Asuntos Económicos y será «definitiva».

Para el próximo año, el Consorcio Valencia 2007, que acumula pérdidas año tras año y el año que viene seguirá en números rojos, tiene previsto aumentar considerablemente sus ingresos gracias, entre otras cosas, a la licitación y adjudicación del edificio Veles e Vent, cuyo pliego de condiciones está en redacción; el Tinglado 2, en el que se instalará un mercado gourmet; la base del Alinghi, que se adjudicará de forma conjunta; el viejo Varadero, por el que ya se ha interesado algún importante chef valenciano; la Lonja de Pescadores, en la que se incluye un restaurante; y el «poblado náutico».

En general, para el año que viene el Consorcio tiene un presupuesto de 5 millones de euros, de los cuales 1,3 millones serán para gastos de personal y 2,7 millones para inversiones. Esas inversiones se destinarán básicamente a la construcción de jardines en las naves que rodeaban el viejo varadero (180.000 euros); la rehabilitación del tinglado número 2 (650.000 euros); la construcción de una nueva Lonja de Pescadores; el derribo de la base del Luna Rossa; así como la pintura, accesos, asfaltado y señalización de la marina, con la construcción incluida del carril bici.

Así mismo, está previsto prorrogar o sacar a concurso 7 contratos: mantenimiento de los sistemas de seguridad y comunicaciones (370.000 euros); mantenimiento de las zonas verdes (400.000); suministro de energía eléctrica en baja y en alta (1,4 millones); servicio de auxiliares para la Marina Real (276.000); o servicios de limpieza de oficinas (204.000) y de los exteriores del recinto (300.000).

Por lo demás, en abril de 2015 está prevista la apertura del «cluster» tecnológico impulsado por Juan Roig, en el que se han invertido 30 millones de euros y por el que pasarán 1.000 personas al día; y la adjudicación del Club de Playa, cuyas obras empiezan este mes de enero.