La empresa municipal Aumsa dispone de unas 600 viviendas de Protección Pública y un 30% de las mismas, cerca de 200, están sin ocupar. Así lo denunció ayer Fernando Giner, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, tras la Comisión de Urbanismo y el consejo de administración de Aumsa.

A su juicio, un 70% de ocupación es «una cifra baja para el papel que podían hacer estas viviendas». «Me parece que hay que hacer una reflexión sobre la utilización de estos inmuebles, máxime en las épocas que estamos viviendo, con gente joven que necesita independizarse y que ha entrado en una espiral negativa de la que no puede salir».

Prueba de esa desocupación es que la propia Aumsa ha sacado una promoción de viviendas con determinadas ventajas para la población. Se trata de edificios situados en las calles Torno del Hospital, Maestro Rodrigo, Carlos Climent y Arquitecto Segura de Lago, aunque, según reza en su folleto, disponen de más de treinta promociones en zonas consolidadas de la ciudad.

Las hay en alquiler, a precios asequibles, y también con opción de compra, en cuyo caso se puede descontar del precio final el 50% de lo que se haya pagado en alquiler.

En los últimos años el problema de las Viviendas de Protección Pública no ha sido la demanda, sino los precios de los alquileres y los problemas para conseguir una hipoteca en caso de compra.

Las asociaciones de vecinos han denunciado, por ejemplo, que la caída de los precios de la renta libre como consecuencia de la crisis inmobiliaria han hecho que los alquileres de las viviendas públicas sean más caros. De ahí que en el último año se haya negociado una bajada general de esos precios.

Por lo que se refiere a la compra, han sido muchos los jóvenes que les ha tocado un piso por sorteo y que han tenido que renunciar al mismo porque los bancos exigían demasiado para concederles una hipoteca.