Al nuevo equipo de gobierno la oposición lo acusa de hacer política de gestos. Pero hay algunos con una carga simbólica extraordinaria. El Ayuntamiento de Valencia, cumpliendo los deseos de buena parte de los vecinos del Cabanyal-Canyamelar, va a repintar las marcas oblicuas que señalaban los solares o viviendas afectados por el proyecto de prolongación de la avenida Blasco Ibáñez. Uno de los grandes símbolos de los gobiernos de Rita Barberá desaparecerá para dar paso a murales con lo colores originario de las fachadas.

Así lo aprobó ayer la Comisión de Cultura de El Cabanyal, que preside la concejala Gloria Tello, de la que forma parte también la concejal María Oliver y en la que están representadas todas las entidades culturales y vecinales del barrio. El consistorio pintaba rayas oblicuas de color marrón para señalizar las viviendas que adquiría y derribaba. Esa labor de repintado se realizará desde los servicios municipales de limpieza, a cargo de la regidora Pilar Soriano, y comenzará a efectuarse a partir de 2016, una vez se hayan aprobado los presupuestos del año próximo.

La regidora Glòria Tello explicó que han sido los propios vecinos quienes han pedido el repintado de estas paredes y muros «que estigmatizaban el barrio y marcaban aquellos lugares donde se había llevado a cabo la compra y posterior de viviendas de cara a la ejecución del ahora derogado PEPRI». «El repintado de esos muros tiene connotaciones simbólicas además de estéticas», añadió la concejala. En dos semanas se realizará un acto con los vecinos que deseen participar en el repintado.