Los presupuestos municipales para 2016 pasaron ayer el trámite del pleno con los votos favorables del equipo de Gobierno, la oposición del PP y la abstención de Ciudadanos. Y una vez más volvieron los reproches por la herencia dejada o la oportunidad perdida para hacer unas cuentas mas sociales.

En cifras redondas, los presupuestos del próximo año suman 753 millones de euros (15 más que este año) con una inversión de 75 millones, casi el doble que en este 2015. Son, además, unos presupuestos muy sociales „dijo el alcalde Joan Ribó„ que destinan el 86% del total a atender a las personas y que han tenido que superar la gran deuda que dejó el anterior equipo de gobierno del Partido Popular.

Para la oposición, sin embargo, es una oportunidad perdida. Según explicó el portavoz del PP, Alfonso Novo, «se va a desaprovechar el enorme caudal de gestión que se ha dejado en manos del nuevo gobierno», entre otras cosas la refinanciación de la deuda o el aumento de ingresos procedentes de los impuestos del Estado. Este año, dijo, «disponen ustedes de un dineral y no han hecho nada de lo que decían», como era «acabar con la emergencia social, recuperar el patrimonio, que las calles estuvieran como una patena o llevar al rincón de pensar a todas las empresas concesionarias». «Han llegado al gobierno y han visto que las sardinas no corren por el monte, que gobernar y satisfacer los egos del tripartito es misión imposible».

A juicio del PP, los presupuestos «responden a criterios partidarios, prioriza las delegaciones de cada miembro del tripartito y desaprovecha el incremento del gasto». Como ejemplos, citó la partida de limpieza, que pese a las críticas, sube lo mismo que este año, o la de Jardines, que con un presupuesto de 13 millones crece en 100.000 euros.

Por parte de Ciudadanos, su portavoz, Fernando Giner, cuantificó en 44 millones ese incremento de los ingresos y lamentó que aún así se hayan subido los impuestos y se bajen las bonificaciones a las familias numerosas. Según dijo, una familia de 4 miembros paga en impuestos municipales 1.600 euros al año, «una cantidad muy elevada si se tiene en cuenta que el salario medio no llega a 20.000 euros».

También lamentó que la partida de gasto social sea demasiado genérica y que luego en la partida de subvenciones, que pasa de 9 a 16 millones en el presupuesto, vean que ocho millones van a empresas municipales. «Eso no es política social», dijo Giner, quien tampoco observa una buena gestión en materia de limpieza. «La ciudad está sucia», dijo, y «no hay una correlación entre lo que se paga a las empresas y lo que recibe el ciudadano».

Ante estas críticas, el concejal de Hacienda, Ramón Vilar se centro en dos cuestiones. «Admito „dijo„ que ustedes empezaron la refinanciación de la deuda, pero si había deuda es porque ustedes la crearon», le dijo al PP. Y en cuanto a los impuestos, aseguró «por enésima vez» que no hay una subida generalizada del IBI a las viviendas residenciales, sino a las grandes superficies o a los estadios de fútbol.

«Son los presupuestos del Gobierno, de todos los miembros del gobierno. Discutimos y lo hacemos a la cara, pero no pasa nada, porque las líneas de gestión están clarísimas», remató Ribó.