El bloqueo del aparcamiento de la plaza Ciudad de Brujas condiciona por completo los deseos del Ayuntamiento de Valencia de peatonalizar el entorno de la Lonja y del Mercado Central. Los vendedores se niegan al cierre del tráfico por la calle Maria Cristina hasta que esté habilitado el estacionamiento de Brujas. Por su parte, los vecinos reniegan de una peatonalización blanda „la propuesta que ha hecho el concejal de Movilidad Giuseppe Grezzi„ por considerar insuficiente.

Pero con la apertura del aparcamiento de Brujas las dos posturas enfrentadas, vendedores y vecinos, se reconciliarían y se abriría el camino a la peatonalización total del entorno de la Lonja, patrimonio de la humanidad.

Mientras, la propuesta que está vigente es la que realizó el concejal Giuseppe Grezzi, cerrando el tráfico por delante de la Lonja y dejando un solo carril en el entorno del Mercado Central, que no gusta ni a vecinos y ni vendedores. El alcalde Joan Ribó aclaró ayer que se trata de «malestares totalmente opuestos: unos no quieren que se efectúe nada hasta que no se arregle el tema del aparcamiento de la plaza de Brujas, y otros quieren que se haga ya todo». Ribó defendió la actuación: «A veces quererlo todo no es el mejor camino para llegar a la meta, sino que es mejor ir a paso, dialogadamente, y plantearse los objetivos cuando es posible resolver las dificultades».

No opina lo mismo Esquerra Unida, que según su portavoz, Marco Fornés, calificó la propuesta de Grezzi de «pantomima» e «improvisada». «Un quiero pero no puedo que ni siquiera tiene consignación presupuestaria», dijo.